
Un episodio causa verdadera conmoción por estas horas en Santiago del Estero, donde un joven de 23 años fue "molido" a golpes, tras ser "espantado" desde hace años en la casa en la que alquilaba.
Ocurrió alrededor de las 3 de la madrugada de este miércoles en Sumampa, departamento Quebrachos. Efectivos de la Comisaría Nº 33 recibieron un llamado telefónico en el que alertaban sobre la presencia de un joven tendido en una vereda, en el Pasaje Argentino Nº 48, del barrio Fonavi.
Al llegar, los uniformados encontraron a la víctima llena de excoriaciones y laceraciones en diversas partes del cuerpo. Se identificó como Fabricio Alejandro Lazarte, de 23 años y con domicilio real en el paraje El 49, en el departamento Ojo de Agua, quien relató que desde hace 2 años le alquila un departamento a la familia Carrizo en el lugar donde hoy lo encontraron.
Allí comenzó la parte escabrosa de su relato, que causó estupor y escalofríos a los propios policías. Lazarte contó que a lo largo de estos 24 meses, siempre sufrió episodios sobrenaturales: oía ruidos de muebles que se movían y pasos de personas dentro del departamento, además de que el televisor se prendía solo.
Agregó que mientras dormía, hoy, cerca de las 3, el televisor se prendió solo y con el volumen al máximo. Cuando encendió la luz para apagarlo, comenzó a recibir potentes golpes en la cabeza y el torso, mientras alguien le decía: "Soy Álvaro Carrizo; te vas o te mato".
Momentos después llegó la ambulancia del hospital local, que trasladó a la víctima hacia el centro de salud. La Dra. Morales, que lo asistió, le diagnosticó excoriaciones en cabeza y torso, y ordenó que quede en observación hasta que se le realicen placas radiográficas.
En el lugar del episodio se encontraba también un hombre de apellido Díaz, que fue quien llamó a la Policía. Este agregó ante los incrédulos auxiliares de la justicia que Álvaro Carrizo era su amigo fallecido, quien hace aproximadamente 10 años se mató de un tiro en el departamento que alquila el joven Lazarte.
A su vez, explicó que todos los inquilinos que pasaron por el departamento en estos años terminaban yéndose porque no aguantaban lo que sucedía; eran asustados por "algo" que provocaba ruidos, movía muebles y hasta les tiraba del cabello.
Los uniformados relataron que tras revisar puertas y ventanas, advirtieron que ninguna abertura había sido violentada.
La Dra. Eugenia Callegaris, fiscal de turno, ordenó que en horas de la mañana de hoy ingrese al sitio personal de Criminalística junto a un testigo, para realizar una constatación del lugar; que se reciba entrevista testimonial a Díaz y a Lazarte (víctima) y que se efectúe un relevamiento vecinal.
- S.F., redacción de NDW -