
Un grave caso de faena ilegal de caballos y mulares ha salido a la luz en la localidad de Nueva Esperanza, donde un matadero clandestino operaba sin control alguno, provocando alarma entre los vecinos y las autoridades. La intervención de las fuerzas de seguridad y el Ministerio de la Producción se produjo tras una denuncia de la Municipalidad local, que alertó sobre la presencia de un fuerte olor en la zona, originado por restos de animales en avanzado estado de descomposición.
El allanamiento del matadero clandestino tuvo lugar el día de ayer, en un predio ubicado a unos cuatro kilómetros de la ciudad, en el Departamento Pellegrini. La denuncia había sido realizada por los vecinos, quienes señalaron que desde hace más de una década no cuentan con un matadero en la localidad, lo que ha llevado a muchos a recurrir al monte para realizar faenas de animales de manera ilegal. Lo que se descubrió fue mucho más grave: la faena no solo involucraba vacunos o animales comunes, sino caballos y mulares, carne que luego se distribuía en restaurantes y para el consumo general.
La denuncia fue recibida por la fiscal Norma Matach, quien, al ser informada de la magnitud del hecho, solicitó medidas inmediatas al juez de Control y Garantías, Gastón Merino, quien autorizó el allanamiento. A las 18:30, efectivos de la Brigada de Investigaciones, Criminalística y Policía Ambiental se desplazaron hasta el predio señalado, situado a la vera de un camino enripiado que conecta Nueva Esperanza con Pozo Betbeder.
Allanamiento
Al ingresar al lugar, los investigadores se encontraron con una escena espantosa. En el predio, los agentes descubrieron lo que parecía un cementerio de animales, donde yacían cadáveres de caballos y mulares, cuyas condiciones evidenciaban prácticas de faena ilegal. Los restos estaban esparcidos por el terreno, algunos en avanzado estado de descomposición, lo que indicaba que las prácticas eran continuas y, posiblemente, desde hacía varios días.
Entre los hallazgos más alarmantes se encontraba un animal aun con vida, que estaba a punto de ser sacrificado. El operativo también permitió el secuestro de varios elementos utilizados para el procesamiento clandestino de carne, tales como cuchillos, herramientas de corte y bolsas plásticas que, según se sospecha, contenían carne de caballo y mula, destinada a la distribución ilegal en mercados y restaurantes de la región.
Los vecinos de Nueva Esperanza, preocupados por la situación, afirman que este tipo de prácticas ha sido habitual en la zona, especialmente por la falta de un matadero habilitado en la localidad. Aseguran que la ausencia de controles y la falta de infraestructura adecuada para la faena legal de animales ha dado lugar a que muchos pobladores utilicen el monte para realizar estas actividades en total clandestinidad. Esta situación, además de ser un grave problema de salud pública, pone en peligro la seguridad alimentaria de quienes consumen esta carne sin ningún tipo de garantía sobre su origen ni su sanidad.
El operativo llevado a cabo por las fuerzas de seguridad tiene implicaciones significativas no solo para la justicia, sino también para la comunidad local. La faena de animales en condiciones deplorables, como la descubierta en este matadero clandestino, representa una violación de las normativas de higiene y seguridad alimentaria, además de ser un abuso animal de gran magnitud.
Las autoridades locales continúan con las investigaciones y han solicitado a la población que, en caso de tener información adicional sobre otros mataderos clandestinos o actividades similares, se acerquen a denunciar.