En una audiencia ante un Tribunal de Alzada, que tendrá lugar en el transcurso de la presente semana, integrantes de la Unidad Fiscal para la Circunscripción Añatuya pugnarán para que se revoque la condena que un Tribunal de Juicio aplicó a un sujeto oriundo de Herrera (Avellaneda), quien asesinó al novio de su expareja, y requerirá que se le imponga la pena de prisión perpetua.
Se trata de José David Ramírez (39), quien fue hallado culpable del delito de homicidio simple en perjuicio de Abrahan Ezequiel Barrientos (27).
Pormenores del caso
El hecho ocurrió el 23 de noviembre de 2019, en el barrio Estrella Roja de dicha localidad, en circunstancias que Barrientos —acompañado de su hija de 6 años— había ido a la casa de la docente Nilda Ruiz, con quien estaba iniciando una relación amorosa. De pronto apareció Ramírez en dicho inmueble portando un arma de fuego y le realizó tres disparos a Barrientos, quien resultó herido de gravedad y tuvo que ser trasladado al hospital de Colonia Dora, a donde llegó sin vida.
La investigación policial estableció que Ramírez, quien cuidaba un campo situado a unos tres kilómetros de Herrera, conocía todos los movimientos de su expareja —con la cual tuvo una hija— y de Barrientos, a quien esperó oculto el día del hecho y vio cuando ingresó junto a su hija a la casa de la docente. El homicida golpeó la puerta pero no lo atendieron, por lo que decidió entrar y al ver a Barrientos le efectuó tres disparos, uno de los cuales impactó en un brazo, otro en una mano y el restante perforó el corazón de la víctima, luego de lo cual huyó del lugar.
Cabe señalar que tras ser detenido, Ramírez se evadió de la Comisaría Comunitaria Nº 19 en agosto de 2021, pero fue recapturado por policías y alojado en una celda.
Lo someten a juicio
En abril de 2022, Ramírez fue sometido a un juicio y el tribunal integrado por los Dres. Fernando Viaña, Juan Carlos Storniolo y Analía Verónica Páez, lo halló culpable de homicidio simple y le aplicó la pena de 12 años de prisión.
La fiscalía había solicitado prisión perpetua por considerarlo incurso en el delito de homicidio agravado, al sostener que mató a Barrientos con la intención de generar un sufrimiento en su expareja,
La defensa planteó la emoción violenta.
