Ayer prosiguió el juicio por el asesinato del mecánico Eduardo Móttola, ocasión en que declaró un exconcubino de la imputada Jésica Paola Díaz, a la cual complicó aún más al afirmar que esta le pidió que borrara todo de su celular y lo formateara.
“Ella le pidió eso a la hija mayor y a su madre”, indicó el sargento de Policía de apellido Montenegro, quien sostuvo que él la cuestionaba diciéndole “si no tienes nada que ver con el hecho ¿por qué hacer eso?”. Reveló que ella no le contestaba nada y le formateó los dos teléfonos celulares que tenía.
El testigo manifestó que Jésica Díaz jamás le reconoció que le había llegado una notificación por el juicio de impugnación de paternidad por parte de Móttola, e indicó que él se enteró por la hija mayor de la inculpada.
Montenegro dijo que se enteró que Móttola era uno de los amantes de Díaz después que la detuvieron, y añadió que la acusada siempre le negaba todo respecto de la relación con el occiso.
Aseveró que también le llamó la atención que después de que no se realizara un negocio con Fernández, en junio de 2018, ella continuaba en comunicación vía telefónica con el expolicía federal, incluso hasta después del homicidio de Móttola.
Ayer también declararon los psicólogos que realizaron pericias a Jésica Díaz y Damián Silva, los cuales ante preguntas y cuestionamientos de la fiscalía y la querella, dejaron en evidencia la personalidad psicopatológica de ambos imputados.
Cabe señalar que Juan Fernández suma dos causas más, una por extorsión que investiga la fiscal Callegaris y otra por tenencia de droga a cargo del fiscal Juan Alende.
