Las doctoras Celia Mussi y Luciana Jacobo, representantes del Ministerio Público Fiscal, solicitaron ayer la condena a prisión perpetua de los tres imputados por el asesinato de Eduardo Móttola. En los alegatos de clausura, las funcionarias judiciales expusieron que se acreditó durante el juicio oral y público que Jésica Paola Díaz, Juan Pablo Fernández y Damián Silva son coautores del delito de homicidio triplemente calificado por alevosía, pago y uso de arma.
En este sentido, indicaron que el crimen del mecánico fue planeado para ejecutarlo en su taller de Pedro León Gallo casi pasaje Santa Rosa del barrio Libertad de la ciudad Capital la noche del 6 de agosto de 2018. Señalaron que el entonces policía federal Fernández utilizó proyectiles de punta hueca, calibre 9 milímetros, para “garantizar” la muerte de la víctima, quien sufrió seis impactos de bala a más de 70 centímetros.
Afirmaron que fue Díaz quien contrató y le pagó a Fernández para asesinar a Móttola, quien había iniciado el trámite judicial para reclamar la paternidad de la última hija de la imputada, lo que provocó el enojo de esta. Señalaron que se investigaron otras hipótesis, pero fueron descartadas.
Expusieron que los impactos de los celulares en las antenas de las empresas de telefonía celular ubicaron en junio y julio de aquel año a Fernández y Díaz en inmediaciones del taller de Móttola, planificando el ataque. Asimismo, destacaron que Silva conocía el destino del dinero que había sacado como préstamo de un banco y le dio a Díaz, quien en ese momento era su pareja. Relataron que era para pagarle a Fernández para que concretara el crimen.
Además, indicaron que, en una escucha telefónica, la hija mayor de Díaz le dice a su novio, tras la detención de su madre, que los únicos que sabían cómo se concretó el crimen eran ella, él, su progenitora y Silva, por lo que alguien había hablado.
A su turno, la querella se sumó al pedido de la Fiscalía de prisión perpetua para los tres imputados.
Por otra parte, la defensa de Díaz sostuvo que su clienta y Fernández mantuvieron contactos porque el expolicía federal también es peluquero y dictó cursos en La Banda. En este sentido, pidió para la mujer la absolución por el beneficio de la duda.
En tanto, para Silva, la defensa solicitó la absolución o la absolución por el beneficio de la duda y subsidiariamente que sea condenado como partícipe secundario porque el dinero que le dio a Díaz solo cubre el 40 por ciento de la suma de la que se habló en el juicio.
El defensor de Fernández pidió la absolución del acusado de haber sido el sicario y subsidiariamente, la absolución por el beneficio de la duda. En su alocución, el abogado bonaerense criticó los inicios de la investigación y que no hay pruebas contundentes contra su cliente.
En este sentido, sostuvo que dos testigos que vieron al presunto asesino dijeron que el sujeto tenía 1,70 y 1,75 metro de estatura cuando su cliente mide 1,59 metro.
Tras escuchar los alegatos, el tribunal integrado por los doctores Graciela Viaña de Avendaño, Raúl Santucho (h) y Daniela Campos Nittinger, decidió pasar a un cuarto intermedio —sin fecha por el momento— hasta la próxima audiencia, donde se les dará la oportunidad a los imputados de decir sus últimas palabras y se emitirá el veredicto.
