“No te vengas a hacer el vivo y venir a apurarme a mí, porque te voy a c... matando”, fue la advertencia que un sujeto le realizó a su cliente luego que este se presentara en su taller para pedir la devolución de un trabajo que le pagó para que se lo haga.
Hace aproximadamente tres años atrás, un peón rural de 39 años se encontraba en su vivienda ubicada en el barrio 3 de Abril de la ciudad de Sumampa –departamento Quebrachos- acomodando sus pertenencias.
En ese momento, encontró envuelto en una colcha un rifle de aire comprimido, por lo que comenzó a revisarlo. En ese instante, descubrió que el arma tenía un desperfecto y decidió llevarlo a arreglarlo a un armero que reside en el pueblo.
Luego, revisó su escopeta y un revólver que tiene y usa para cazar. Esas armas, según denunció el damnificado en la sede de la Comisaría Comunitaria 33 de Sumampa, estaban sucias. Pretendía dejarlas en condiciones para usarlas en cualquier momento para ir a cazar.
Habló con el armero y le explicó el estado de sus armas y le pidió que las limpiara y arreglara cualquier desperfecto que pudieran tener. El sujeto se comprometió en entregarle el arma en unos días. Le dijo que las iba a limpiar y dejarlas como nuevas. Por lo que el damnificado se retiró del taller.
Pasaron las semanas y la víctima, según indicó, regresó a preguntar “cómo iba el trabajo”. Luego de cancelar la deuda del trabajo. El denunciado le dijo que “en unos días se las entregarías”. Pero el tiempo pasó. En total, transcurrieron tres años, donde nunca tuvo la respuesta que esperaba de parte del armero. Finalmente, días atrás, el damnificado se presentó en la casa del armero y pidió hablar con él. Le dijo que “necesita que le entregara las armas que le dejó para arreglarlas porque las necesitaba”. El sujeto, según denunció, comenzó a tornarse agresivo y reaccionó de manera violenta.
En primera instancia, comenzó a insultarlo. Mientras le advirtió: “No te hagas el vivo que te voy a c... matando. No me vengas a apurar a mí”. Para luego, intentar lesionarlo con golpes de puño. El damnificado se retiró del sitio y se dirigió a la sede policial, donde radicó la denuncia penal correspondiente.
En el caso tomó intervención la Fiscalía de turno de Capital que ordenó que las partes sean notificadas de una prohibición de acercamiento e impedimento de contacto por cualquier vía de comunicación.
