Mientras columnas de fuego y humo sobrepasaban su vivienda, una joven madre desesperada pedía ayuda. Los vecinos no dudaron en auxiliarla. Su casa fue consumida por las llamas en cuestión de minutos. Las pérdidas en el inmueble fueron totales.
Cerca de las doce del mediodía de ayer hacía un calor extenuante en la “Madre de Ciudades”. La humedad y el viento “caliente” vaticinaban que sería una jornada tórrida para los santiagueños. Así fue como lo vivió una humilde familia del barrio Colón.
Estefanía Robles vive en la calle Capital Díaz Gallo, entre Formosa y Magallanes, junto a sus cuatros hijos –de 13 años, 5, 4 y una bebé de 1 añito-.
Luchadora y con mucho esfuerzo, hacía aproximadamente un mes logró cambiar el techo de chapa de su hogar, por uno de losa. Compró ladrillos de telgopor. Pensaba en sus hijos, para que pudieran mitigar las altas temperaturas que se registran en la provincia.
Además, tratando de darles lo mejor a los menores, compró un ventilador de pie. Ayer, todos estaban en la casa cuando, por causas que la Policía trata de determinar, se desató el fuego en la humilde vivienda.
Las llamas avanzaron a paso firme, arrasando con muebles y hasta el techo que había sido realizado recientemente. Todo quedó destruido. Estefanía veía cómo su casa construida con tanto sacrificio y amor para sus hijos, era consumida por las llamas. Delante de ella, la tragedia de perder todo lo que había logrado construir a “sudor” estaba siendo arrasado por el fuego.
Mientras el fuego se avivaba, Estefanía comenzó a pedir ayuda a los gritos. Uno de sus hijos había quedado en el interior de la vivienda. “Se me quema la casa; los chicos están ahí”, habría alcanzado a decir un vecino.
De inmediato, dejando todo a medio hacer, los vecinos acudieron a auxiliarla. Afortunadamente, los menores se encuentran en buen estado.
Los bomberos lograron controlar las llamas y realizar las tareas pertinentes de enfriamiento del lugar. Pero las pérdidas en el lugar fueron totales.
Los efectivos de la Policía Científica realizaron las pericias de rigor.
