Un particular caso sucedió en horas de la mañana de ayer en la Capital santiagueña, el cual motivó la intervención de varias reparticiones policiales.
Es que alrededor de las 10.20 de la víspera se presentó en sede de la Comisaría Comunitaria Nº 1 un hombre de apellido Castaño, de 51 años y domiciliado en calle Mendoza entre avenida Roca y Olaechea, del barrio Parque.
Allí denunció que había sido víctima de la sustracción de un automóvil. Se trataba de un Fiat Uno bordó, el cual había dejado estacionado en la puerta de su domicilio el pasado sábado 30 de julio alrededor de las 23. Ayer, cerca de las 7, descubrió que el mencionado rodado no estaba.
Por el hecho, la Fiscalía de turno ordenó que se dé participación al personal de la Brigada Interna de la antes mencionada seccional, al departamento Robo y Hurto, y a División Automotores.
De inmediato los sabuesos iniciaron las averiguaciones pertinentes, y en un diálogo más extenso con el presunto damnificado, este comenzó a considerar una posibilidad: que su suegro —quien según él, padece afecciones psiquiátricas— podría habérselo llevado.
Por tal motivo brindó al personal actuante el domicilio de su pariente político, ubicado en calle Formosa al 400, hacia donde los investigadores se dirigieron.
Al llegar se entrevistaron con la esposa de Castaño, quien confirmó que, efectivamente, el vehículo se encontraba en el inmueble.
Para corroborar sus dichos, pidieron a la mujer autorización para ingresar y en la parte posterior de la vivienda divisaron al automóvil en cuestión. Se investigan ahora los pormenores del inusual episodio, para determinar por qué el Fiat Uno no se encontraba donde el dueño lo había dejado días atrás.
