Eran las 11.10 del pasado martes 16 del corriente, cuando una joven madre de 25 años e identificada con el apellido Díaz, domiciliada en la localidad de Colonia Rasquín, en el departamento Banda, se presentó en sede de la Comisaría Comunitaria Nº 16 para radicar denuncia por robo.
En su relato explicó el espeluznante episodio que había vivido esa misma madrugada, cerca de las 2.40. Ante el personal policial, indicó que mientras dormía junto a sus hijos de 9 y 6 años, un sujeto ingresó a su habitación y le tapó la boca para que no gritara.
Ella intentó levantarse pero el intruso presionó su cara con fuerza, evitando que se pusiera de pie, tras lo cual se apoderó de dos teléfonos celulares que tenía en la mesa de luz.
Se trataba de dispositivos marca Samsung, modelos A10 y A20. Con ellos en su poder, el maleante habría salido hacia la calle, donde ascendió a una motocicleta tipo 150 centímetros cúbicos, en la que lo aguardaba otro sujeto.
Interiorizada de la situación, la fiscal de turno, doctora Alejandra Holgado, dispuso que se dé participación al Departamento Robo y Hurto Banda y se realice un relevamiento vecinal.
Las arduas investigaciones de los sabuesos los llevaron a un domicilio del barrio Ricardo Rojas, donde reside una joven de 21 años, también de apellido Díaz.
Esta explicó que convive con un individuo identificado como Walter Orellana, el cual esa misma madrugada había llevado a su casa dos teléfonos, uno de los cuales —según aseguró— le pertenece, y agregó que ella lo había dejado en casa de la denunciante “por motivos personales”.
Luego añadió que existen “conflictos sentimentales” —que involucrarían infidelidades— entre las tres personas nombradas. Entregó los celulares y dijo que su concubino no se encontraba allí.
Los dispositivos fueron restituidos a su dueña y la Policía continúa buscando al ladrón.
