La Justicia jujeña investiga un episodio de extrema violencia registrado en la Unidad Penal del barrio Gorriti de la capital jujeña, luego de que un interno denunciara que fue brutalmente agredido por cuatro efectivos del Servicio Penitenciario.
Si bien la investigación gira alrededor de un estricto hermetismo, El Tribuno pudo saber que durante el apagón que se registró el pasado 31 de agosto en algunos sectores de la capital jujeña, cuatro efectivos del Servicio Penitenciario ingresaron a una de la celdas del Pabellón 2 y luego de atacar brutalmente con golpes de puños y patadas al interno, lo habrían empalado.
La víctima es un reo que habría sido testigo del crimen de Gustavo Garay (27), otro preso que fue asesinado en junio pasado, hecho por el cual hay cinco guardias penitenciarios detenidos.
Una fuente judicial le confió al medio colega que, recién al otro día, el interno fue trasladado a la Unidad Sanitaria de la comunidad carcelaria, donde el médico constató las lesiones que la víctima refería.
Una vez que los efectivos de la Seccional 2º del barrio Gorriti tomaron conocimiento del hecho, remitieron las actuaciones al fiscal especializado en estos tipos de delitos, quien solicitó que de inmediato se realicen las actuaciones correspondientes, para iniciar la investigación del hecho que conmocionó a toda la comunidad.
El interno fue atendido por el médico del MPA, quien constató las lesiones, pero no el abuso sexual que la víctima refería y fue trasladado a la guardia del nosocomio cabecera de la provincia.
El fiscal que entiende la causa solicitó al recluso que una vez que recupere el alta, ampliar su denuncia, pero debido a la oscuridad reinante, será muy complejo llegar a los autores.