Mayra Alejandra Soria, la joven de 29 años que anteayer a la madrugada fue asesinada por su pareja en el barrio Menéndez de La Banda, tenía la aplicación de Santiago Protege en su celular, pero en ningún momento activó el botón antipánico para que recibiera ayuda de la Policía, por causas que son investigadas por personal policial y judicial.
Sin embargo, no fue la única mujer que había sido víctima de violencia de género y a la que se le activó la aplicación. Hasta ayer, más de ocho mil mujeres de distintos puntos geográficos de la provincia tenían activas las aplicaciones del Santiago Protege y Santiago Acompaña.
En este sentido, casi siete mil mujeres cuentan con el botón antipánico de la aplicación de Santiago Protege por orden de la Justicia, luego de que fueran agredidas físicamente o amenazadas de provocarle algún daño o la muerte, por parte de sus parejas, esposos o novios. Con el solo hecho de apretar un botón del teléfono celular, se activa el alarma en la Policía y el patrullero más cercano se traslada de inmediato al domicilio de la mujer —cuyos datos están en el centro de monitoreo—, a fin de ponerla a resguardo, como primera medida, e inmovilizar al sospechoso.
Pero no es la única aplicación que permite a las víctimas mantener un rápido contacto con la fuerza de seguridad al verse en peligro. Actualmente hay más de 1.300 mujeres que cuentan con la aplicación de Santiago Acompaña, que se asemeja a un semáforo, que le otorga a cada color un significado fácilmente identificable en la pantalla del celular.
Con solo presionar el botón verde, la mujer que está siendo monitoreada informará su estado, el cual se interpreta como un “estoy bien”. De esta manera comunicará que hay una situación normal y sin inconvenientes. El color amarillo indica un estado de “precaución” o “sobresalto”. En este caso, al presionar ese botón la víctima podrá, además, describir la situación que la tiene intranquila, ya que se intuye que un evento nada común es el que provoca una alteración de su estado emocional y que posteriormente podría transformarse en una amenaza para su seguridad.
Finalmente, está el color rojo, cuyo significado universal indica una situación de “peligro”. En esta última instancia, el personal que recibe el alerta accionará un pulido mecanismo en el que intervienen varias dependencias policiales para acudir al llamado de auxilio de manera inmediata. Se despliega un operativo policial que tiene por objetivo resguardar la integridad de la mujer donde se encuentre, ya que el sistema de geolocalización de la aplicación vinculado a la ubicación del aparato telefónico, permite mantenerla a la vista en pantalla, información que es monitoreada desde una central policial, ubicada en el sector sur de la ciudad Capital.
Medio centenar de violentos, monitoreados con tobilleras electrónicas
Los múltiples casos de violencia de género en la provincia provocaron que se implementara la colocación de las tobilleras electrónicas a los imputados, luego de que son excarcelados por la Justicia, a fin de sumar una herramienta más para brindarle mayor tranquilidad a la víctima. Desde que se implementó este tipo de dispositivos en la provincia de Santiago del Estero, en enero del año pasado, se colocaron y monitorearon 51 tobilleras electrónicas por violencia de género, en Capital, La Banda, Añatuya, Frías, Los Juríes, Real Sayana, Clodomira y La Aurora.
La tobillera se le coloca al imputado, por lo general por una duración de entre tres y seis meses, y a la víctima se le entrega un GPS. Ambos aparatos suministrarán información y un alerta al servicio de monitoreo de la Oficina Santiago Acompaña de la Policía de la Provincia si el sospechoso estuviera cerca de la víctima, por más que ella no lo vea.
En el caso de que surgiera el alerta de los aparatos, los policías de Santiago Acompaña envían a la patrulla más cercana para proteger a la víctima e inmovilizar al acusado para ponerlo otra vez a disposición de la Justicia.