En la Justicia provincial de Córdoba se está realizando el primer juicio por el uso de aceite de canabis con fines medicinales contra una profesional. El debate está a cargo de la Cámara del Crimen de Río Tercero.
Milena Pozo, de 52 años, una psicóloga que trataba a sus pacientes con esta sustancia, está imputada por comercialización de estupefacientes agravada, ejercicio ilegal de la medicina y lesiones leves.
“La calificación se agravó porque el fiscal sostuvo que ella, su ex pareja y amigos tenían una organización destinada a cometer delitos”, dijo su abogada, Nadia Podsiadlo.
La denuncia la realizó una paciente con fibromialgia, que produce dolores crónicos en el cuerpo. Luego de tomarlo, la mujer se sintió mal, fue a la guardia de un hospital y la médica que la atendió sostuvo que el malestar había sido causado por el cannabis.
Según la psicóloga ella no preparaba el aceite, lo obtenía de un cannabicultor y sólo se lo acercaba a sus pacientes. "Es el mismo que yo usaba, por eso tenía certeza de la calidad, pero no era más que quien lo obtenía y facilitaba el acceso”, diijo Pozo a Clarín.
Entre los testigos citados en el juicio estpan médicos especialistas explicarán el impacto positivo del aceite en pacientes con deteminadas patologías.
También se presentará un documento con el apoyo de las 68 organizaciones que conforman el frente Cannábico Bonaerense y 18 de la provincia de Córdoba, incluida la Cámara de Empresarios.
“La médica de la guardia que la atendió a la denunciante le dijo que le cayó mal el aceite, sin estudio de toxicología ni un informe de farmacovigilancia”, sostuvo la psicóloga.
Pozo sostuvo que el proceso la afectó económica, anímica y laboralmente. La excluyeron del equipo técnico donde trabajaba en la EPAE Calamuchita, del Ministerio de Educación.
Según relató durante la etapa de investigación, cuatro médicos expusieron que los síntomas de la mujer correspondían a su patología y no al cannabis.
La Fuerza Policial Antinarcotráfico realizó un allanamiento a la casa de psicóloga el 9 de noviembre de 2017 . “Fue un procedimiento muy violento. Entraron encapuchados, con armas y cámaras, a los gritos”, sostuvo Pozo, quien dijo que le secuestraron un auto, aunque ahí no había aceite. También incautaron todo el aceite, 7.500 pesos que eran del sueldo del Ministerio de Educación, su agenda, celular y el de su entonces pareja y las notebooks.
La profesional sostuvo que aún no le regresaron ninguna de sus pertenencias y que sabe que la policía usa el auto porque generaron multas.
Pozo estuvo detenida un día y medio en la comisaría de Río Tercero. Ocho meses antes, se había sancionado la ley de cannabis medicinal que establece las bases para la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta y sus derivados. Pero la Justicia encuadró su accionar sobre tenencia y tráfico de estupefacientes.
