Le juró que si lo dejaba, la iba a matar. Silvia Raquel Rojas había conocido a Rino Santos Garnica hacía once años. Vivían en el paraje Lote 51, departamento Juan Felipe Ibarra, y tuvieron una hija, que en la actualidad tiene 7 años.
El amor entre Silvia y Rino se había terminado por los constantes hechos de violencia que sufría de parte del peón rural. A principio de febrero del año pasado, el ama de casa le dijo al trabajador que quería poner fin a la relación. Rino se fue a trabajar y a través de un mensaje de texto, Silvia le dijo que se iba de la casa a vivir con un familiar. Se despidió de él y junto a su hija emprendió el viaje al paraje Lote 40 —distante a unos 30 kilómetros de la ciudad de Los Juríes, departamento General Taboada—.
Silvia llegó a la casa de su hermana Silvana Natalia Rojas, de 35 años. Minutos antes, la desesperada mujer le había escrito a su hermana: “Me quiero separar. ¿Puedo ir a vivir con vos?”. A lo que Silvina le respondió: “Sí, vení a mi casa”.
Eran aproximadamente las 12.30 del 16 de febrero del año 2021. Silvia y Silvina estaban junto a sus hijos menores de entre 6 y 11 años terminando de almorzar. En ese momento, Rino se hizo presente en el lugar. Tenía una mochila y se movilizaba en una motocicleta.
“Vengo a ver a mi hija”, le habría dicho Rino a Silvia, quien se encontraba en el inmueble terminando de lavar la ropa. Aceptó que viera a la menor y luego, el peón le pidió que hablaran en “buenos términos”. La niña de 6 años fue testigo de la discusión que mantuvo la expareja. El agresor quería saber los motivos por los que ella había abandonado la casa. Silvia solo le pidió que se retirara.
De inmediato, Rino extrajo un arma blanca y tras forcejear con Silvia, comenzó a acuchillarla. Le propinó en total 11 heridas de arma blanca en diversas partes del cuerpo. Silvia estaba en el suelo ensangrentada; como pudo escapó. Caminó unos 10 metros, tratando de pedir ayuda y se desplomó. Ante los gritos de auxilio de su hermana, Silvina salió a ver qué pasaba. Encontró a su excuñado empuñando el cuchillo y lo enfrentó. Silvina también sufrió múltiples cuchilladas. Luego el femicida se dio a la fuga.
Silvia murió en la ambulancia, en la Ruta Provincial 7, camino al hospital zonal de Añatuya. Mientras que Silvana falleció cuando era trasladada hacia la ciudad Capital. Ambas víctimas presentaban heridas de arma blanca en el abdomen y en el tórax.
Posteriormente, Rino se presentó en la sede de la Comisaría Comunitaria Nº 48 de Los Juríes y entregó el cuchillo con el que truncó la vida de su exconcubina y de su excuñada. Luego, reveló los pormenores del crimen. Actualmente, a un año del atroz crimen de las hermanas, lo que ocurrió al frente de sus hijos, Rino se encuentra detenido y procesado con prisión preventiva a la espera del juicio en su contra.
“En todo momento, ese día está presente en mí y es muy difícil seguir”, contó Nicolás
Nicolás Garnica siempre recuerda los momentos felices que vivió junto a su esposa, Silvina Natalia Rojas, hasta que su hermano la asesinó a cuchilladas. Todos los 16 de cada mes, le escribe un mensaje cariñoso a su mujer y de esa manera la tiene presente en su vida.
“Hoy (por ayer) hace un año de la muerte de mi compañera de vida. Todos los días son muy difíciles para mí. En todo momento, ese día (por el 16 de febrero de 2021, día del doble femicidio) está presente en mí y es muy difícil seguir. Todos los días espero a mi mujer”, remarcó Nicolás a Nuevo Diario.
Al tiempo que agregó: “Naty (como le decía a Silvina) era todo para mí. Siempre estábamos juntos y compartíamos todo. Luego de lo que pasó, uno solo no puede salir adelante de esta tragedia. No es fácil para nosotros como familia. No esperábamos esto. Extraño muchísimo a mi compañera de vida. Todos los días la recuerdo y la espero. Ojalá pronto nos volvamos a ver”.
