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Policiales #MarianoMoreno

Por una venganza, sacrificaron ganado, mataron los perros e incendiaron la casa

Los agresores le habían jurado a la concubina del sujeto que mató a su hijo que ???iban a pagarlo???.

 El miedo se instaló en el paraje Floresta –departamento Mariano Moreno-. Disparos, promesas de venganza y sacrificio de animales son la seguidilla de acontecimientos que pusieron en “jaque” a una familia. 

 

Luego de sepultar los restos de Federico Reynoso, sus padres y hermanos le juraron a la concubina del homicida (Víctor Reynoso) que “no iba a quedar así”. De inmediato, inició el hostigamiento a la familia del asesino. 

 

El primer episodio de violencia, que dataría de hace más de dos décadas de constantes enfrentamientos, se produjo el 3 de enero del corriente año. María Orellana, de 42 años, estaba en su casa con sus hijos menores. De manera imprevista llegaron su hermana – María del Valle Castillo- y su cuñado –Bernardino Reynoso-, quienes eran los padres de Federico. Estaban acompañados de sus otros hijos. Todos estaban armados con rifles, pistolas y escopetas. 

 

En ese momento, se inició la venganza familiar. María fue amenazada de muerte junto a sus hijos. Le realizaron disparos a su vivienda y la obligaron a huir junto a sus hijos hacia una zona montuosa. Se internaron monte adentro, ya que los agresores estaban decididos a quitarle la vida a cualquiera que se interpusiera en su camino. 

 

Lograron expulsar de la vivienda a María y a su familia para luego instalarse ellos en el lugar. 

 

María tuvo que refugiarse en la casa de un familiar, en la ciudad de Quimilí –departamento Mariano Moreno-. El ama de casa se encontraba tratando de seguir con su vida y amoldándose a los cambios abruptos que sufrió, mientras su esposo permanece detenido por homicidio del joven, que era su sobrino. 

 

Maltrato animal y fuego 

Ayer, mientras estaba tomando mate con su familia, recibió una llamada. Era una cuñada de la damnificada. La mujer le contó que “su casa había sido consumada por las llamas”. Le habría contado algunos pormenores del ataque que se produjo en el inmueble. Luego, cortó y le envió fotografías vía WhatsApp. 

 

María descargó los videos y las fotografías que su cuñada le había enviado. Eran sus perros –en total ocho cachorros- que habían sido muertos a golpes. Además, había imágenes del sacrificio que realizaron a los chanchos, gallinas y cabritos. 

No contentos con el daño ocasionado y decididos a “hacer pagar a la familia por el crimen de Federico”, los agresores prendieron fuego el inmueble. Las pertenencias de la denunciante fueron consumidas por las llamas en cuestión de minutos. Las pérdidas en el lugar fueron totales. 

 

Ante la situación y temiendo por su vida, la damnificada radicó la denuncia penal en la sede de la Comisaría Comunitaria 29 de Quimilí, por lo que se dio intervención en el hecho a la Unidad Fiscal de Capital, a cargo de la Dra. Silvia Jaime, quien dispuso una serie de medidas judiciales a seguir las próximas horas. 

Según manifestó la denunciante a los uniformados, además, estaría recibiendo amenazas de muerte por parte de los agresores. Por lo que teme por su vida y la de sus hijos. 

Quimilí
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