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Policiales #ElCruce

El peón habría sido asesinado a golpes y luego sufrió cuchilladas post mortem

Según la autopsia, la víctima presentaba más de 48 horas de muerto al momento de ser examinado.

Ramón Herrera (57 años) fue asesinado sin piedad. No tuvo tiempo ni siquiera de defenderse. Su cuerpo presentaba golpes con un elemento contundente y lesiones post mortem con un arma blanca. 

La fiscal coordinadora de la circunscripción Añatuya, Dra. María Emilia Ganem y la fiscal auxiliar de Añatuya de turno, Dra. Florencia Garzón, realizaron una nueva inspección ocular en el domicilio ubicado en la Ruta Provincial 92, en el paraje El Cruce –distante a unos 3 kilómetros de Colonia Dora, departamento Avellaneda-. Las fiscales encabezaron el rastrillaje y la inspección que fue realizada por los efectivos de la División Homicidios y Delitos Complejos de Capital, Comisaría Comunitaria 42, División Canes y División Policía Científica. 

Ganem y su equipo tienen como principal objetivo recrear las últimas horas de vida de Ramón. El peón rural había sido visto con vida por última vez, el viernes último. Su cuerpo, que estaba envuelto con sábanas y enterrado en un pozo distante a unos 100 metros de su casa, en una zona montuosa, fue hallado el sábado. Su hija, Ana Herrera, de 34 años, había ido a visitarlo a la mañana y no lo encontró. Le llamó la atención que su padre no estaba en su domicilio, pero pensó que había salido a realizar compras. 

En la tarde de ese día volvió. Nuevamente, no encontró rastros de su padre. Por lo que de inmediato comenzó a buscar en la propiedad. Finalmente, encontró su cuerpo ya sin vida y en estado de descomposición. 

Ramón había recibido en su casa, hacía unas semanas, a su hijo identificado por la Policía como Walter Herrera, de 25 años. Según testimoniales recabadas en el marco de la investigación penal preparatoria, padre e hijo mantenían algunas diferencias por el carácter agresivo y temperamental de Walter. 

Tras concretar el crimen de su padre, Walter escapó. Fue encontrado cerca  de la Ruta Nacional 34. Fue apresado e imputado del supuesto delito de homicidio doblemente agravado y alojado en sede policial. 

Mientras que el cadáver de Ramón fue examinado por el médico forense. El informe preliminar emitido por el facultativo fue contundente. El cuerpo de Ramón “habló”. La víctima presentaba lesiones que fueron producidas en vida y que habían sido las causas de su muerte. Más lesiones que habrían sido propiciadas tras su deceso. 

El profesional indicó que Ramón presentaba una herida de arma blanca en la zona de una oreja y múltiples lesiones en el cráneo, las que habrían sido realizadas con un elemento contundente. Estas heridas fueron producidas cuando la víctima aún estaba con vida. 

Además, el forense estableció que el cuerpo de Ramón presentaba seis heridas cortantes que fueron producidas con un elemento filoso distribuidas en el rostro y en el cuerpo. Estas heridas fueron producidas ya cuando el peón rural se encontraba sin vida. 

La víctima, al momento en que se llevó a cabo el examen médico-forense, presentaba 48 horas sin vida, lo que condice con el tiempo que sus familiares lo habían visto por última vez. 

Ahora, los investigadores tratan de determinar fehacientemente las circunstancias en las que se produjo el parricidio. Las causas que desataron el violento ataque, que terminó costándole la vida a Ramón. 

 

 

 

Hoy se tomará la declaración indagatoria

Walter Herrera tiene 25 años y se mantuvo prófugo de la Justicia por casi 24 horas. Fue detenido a la vera de la Ruta Nacional 34, en cercanías de un algarrobo. La Policía, en el rastrillaje que realizó ayer, secuestró una linterna que el sospechoso había llevado cuando escapó de la vivienda tras el crimen de su padre. 

Fue trasladado a sede policial, tras haber sido examinado por el médico de Sanidad Policial y fue imputado del supuesto delito de homicidio doblemente agravado en perjuicio de su padre: Ramón Herrera. 

Hoy, a partir de las pruebas y evidencias que las fiscales María Emilia Ganem y Florencia Garzón recabaron junto a la Policía en la investigación penal preparatoria, se llevará a cabo la declaración indagatoria del imputado. 

En tanto, se continúan tomando declaraciones testimoniales a los familiares y vecinos de la zona. 

 

 

 

Un cuchillo, un palo y ojotas con sangre

 En la mañana de ayer, la fiscal María Emilia Ganem y Florencia Garzón, conjuntamente con las dependencias policiales a cargo de las pesquisas del hecho, se hicieron presentes nuevamente en la vivienda donde se produjo el crimen de Ramón Herrera. 

Durante la inspección ocular realizada, se procedió al secuestro desde  el patio de la vivienda, oculto detrás de un tacho que contenía agua, un palo. El mismo estaba impregnado con sangre, por lo que los uniformados de la División Policía Científica realizaron hisopados. 

Además, se secuestró un cuchillo de madera y un par de ojotas; los que estaban manchados con sangre. Los elementos fueron trasladados a sede policial para ser peritados. 

Por otro lado, en la propiedad se secuestraron otros elementos que son de vital importancia para la causa que se instruye. 

Homicidio
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