
*Por Nicolás Lantos
Pasó desapercibido pero esta semana Javier Milei reconoció en una nota al Washington Post que Donald Trump no le atiende el teléfono: “Consultado respecto a su comunicación con el presidente de Estados Unidos, Milei dijo que no tiene contacto directo con Trump y que prefiere seguir los canales oficiales del Departamento de Estado”, dice la nota. “Con ese tipo de cosas, desde mi punto de vista, es mejor manejarlo de forma ordenada, porque esos canales funcionan”, explicó el presidente argentino. Los periodistas cierran la nota con una burla en forma de repregunta: “¿Entonces a veces la burocracia funciona?”. El admite que sí.
La anécdota sobrevuela un punto central que explica buena parte del desgobierno que encabeza Milei y que, desde hace dos meses, vive en estado de crisis permanente. El presidente argentino es un hombre al que le resultan ajenas las bondades de la negociación. A los que él tiene por debajo suyo les ordena. A los que considera superiores, los obedece. Eso es problemático para conducir (no funciona en una cooperativa escolar, mucho menos una Nación de la magnitud y con los desafíos que tiene la Argentina), pero doblemente malo a la hora de tomar decisiones de política exterior, donde cada actor guarda celosamente sus intereses.
En el escenario internacional Javier Milei es un fan: de Trump, de Elon Musk, de Georgia Meloni, de Jair Bolsonaro, hasta de Sylvester Stallone. Pero es un fan que cree que la admiración que siente por esas figuras es mutua. Le gusta mostrarse en eventos VIP cuyo acceso se franquea con dinero como si lo hubieran invitado por sus méritos. A veces lo dejan entrar a la cancha junto a los jugadores, como a las mascotas en los espectáculos deportivos, pero eso no lo hace parte del equipo. Su diplomacia es la del amor que espera ser correspondido tan solo por la magnitud de su intensidad. ¿Si yo los quiero tanto, cómo ellos no van a quererme a mí?
*Periodista nació en 1983 en la ciudad de Buenos Aires. Trabaja como periodista desde 2005 en diarios, revistas, publicaciones digitales, radio y tevisión