Durante la Batalla de Bajmut que comenzó en Agosto de 2022, al Grupo Wagner se le comienza a negar ayuda de artillería y apoyo aéreo cercano, lo que fue denunciado por Prigozhin como un crimen de guerra contra sus tropas. A pesar de estos reveses, en vez de retirarse las fuerzas Wagner se reorganizan y establecen una nueva estrategia para seguir con la ofensiva: comprar todas las armas las que no les son enviadas, incluyendo tanques y vehículos misilisticos de los depósitos rusos. Y aquellas que no pueden comprar, las roban.
Es en ese momento que Prigozhin decide comenzar a realizar declaraciones públicas. Luego de la conquista por parte de sus unidades de la Ciudad de Soledar, empieza a hablar sobre corrupción dentro del ejército ruso acusando a los altos mandos de abandono y acusando a los Comandantes en Jefe Sergéi Shoigu y Valery Gerasimov de enriquecerse gracias a la guerra permitiendo a sus familias hacer vidas de oligarcas mientras los soldados eran masacrados en el frente. Esto comenzó a generarle las simpatías del soldado de a pie a lo largo de todo el ejército, al ser la única voz que se alzaba en sus defensas.
También comenzó a hablarles a las familias de los soldados caídos en la guerra al expresar que el Ministerio de Defensa mentía con respecto al número de bajas en combate, acusándolo de no querer entregar los cuerpos de los soldados muertos y así no tener que pagar las indemnizaciones correspondientes. Esto, abusando de una antigua ley que no permite pagar indemnizaciones por soldados caídos hasta que no aparezca o se reconozca el cadáver. Dicha ley fue promulgada por Stalin fundamentando en que si un soldado no aparecía, vivo o muerto, podría haber desertado o pasado al bando enemigo.
A esto, agregó Prigozhin que él pagaba a sus tropas y los familiares de los caídos, de su propio bolsillo o mejor dicho de las ganancias de sus negocios en África. Y del dinero que le sacaba a Putin.
¿Nace un Héroe Popular?
Para entender el accionar de Yevgeny Prigozhin y la aceptación que tiene tanto entre sus tropas como en vastos sectores del ejército ruso, así como la simpatía que la población siente por él (algo que se vió durante el apoyo que los sublevados recibían de población civil en las ciudades por las que pasaban los rebeldes), debemos decir que este hombre ha sabido leer la historia rusa y crearse la imagen de heredero y representante de los ideales de un héroe de la Primera Guerra Mundial: el General Lavr Kornilov, que en medio del caos revolucionario de 1917 y de las grandes derrotas sufridas por el ejército imperial, trató de restaurar el orden en el ejército y la nación.
Un equipo especializado en guerra sicológica realizó un perfil de Prigozhin y analizó el contexto histórico para encontrar paralelismos entre sus acciones y las de próceres rusos para detectar a cuál quería emular, encontrando una similitud con Kornilov. Este último realizó una revuelta militar contra el gobierno de transición socialista tratando de evitar que Rusia cayera en la anarquía y una posible derrota militar que afectaría el orgullo y el honor nacional. Su objetivo era ejecutar a Lenin y a sus espías alemanes, eliminando los sóviets para así restaurar la disciplina militar y reestructurar el Gobierno provisional que se hizo cargo de Rusia luego de la destitución de los Zares.
Entre las medidas que Kornilov proponía se encontraban la restauración de la pena de muerte en la zona del frente, la devolución de la autoridad a los oficiales militares y la restricción del poder de los comisarios políticos, el arresto y juicio sumarísimo de aquellos considerados culpables de agitación en el frente, la prohibición de las asambleas de soldados y la censura de los diarios distribuidos entre las tropas. Todas estas medidas tuvieron sus correlatos entre las implementadas por el Grupo Wagner para sus tropas.
Un ejemplo de las “Medidas Kornilov” implementadas por el Grupo Wagner se vio hace unos meses en un video (que a pesar de ser censurado en las principales redes sociales por su extrema crudeza, terminó por filtrarse y viralizarse) donde a un ex mercenario de Wagner, recapturado luego de haber desertado y pasado al bando Ucraniano, se le pide arrepentirse y confesar su traición. Acto seguido, un miliciano toma una maza y golpea su cabeza matándolo.
Volviendo a 1917, luego de promulgar sus directivas, Kornilov, ordenó a sus tropas avanzar hacia Petrogrado (la sede del Poder durante la primera época de la revolución), como había acordado inicialmente con algunos miembros del Gobierno. Algo muy similar a lo que hizo Prigozhin con sus hombres durante el reciente levantamiento en dirección a Moscú (sede del Poder en la actualidad).
Contactos con las Fuerzas Armadas Ucranianas
Durante todas las guerras ambos bandos además de sufrir bajas se toman y sufren prisioneros de guerra. Durante este conflicto hemos visto que en más de una oportunidad se realizaron intercambios de prisioneros. Es en este contexto que Prigozhin solicitó al Ministerio de Defensa Ruso que organice un intercambio para así poder recuperar a sus soldados.
Las autoridades rusas le negaron la autorización para dicho intercambio.
Acusando una vez más al Kremlin de abandonar a los soldados, Prigozhin prometió a las familias que iba a recuperar hasta el último prisionero y encaró conversaciones privadas con el Jefe de la Inteligencia ucraniana, el Mayor General Kyrilo Budanov, para un intercambio de tropas que se concretó en enero de 2023.
Estas conversaciones las que según nuestras fuentes se desarrollaron a lo largo de varios encuentros bajo términos de acuerdos de caballeros, donde además de negociar intercambio de prisioneros, Budanov le habría dicho a Prigozhin que el Ministerio de Defensa Ruso veía a sus Wagner como carne de cañón y que tenían información de que pensaban permitir la aniquilación de hasta el último de sus mercenarios. A lo que Prigozhin contestó que su intención era la de conquistar Bajmut a sangre y fuego. Y que no había nada que lo podría detener en su determinación.
