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Opinión

Las dos carátulas

El teatro, quien sino puede tener dos caratulas, el drama y la comedia. Es justamente la actividad artística más antigua del mundo, la que no ha perdido vigencia y la que hoy en día cobra vida en Santiago del Estero, desde las escuelas, desde el Instituto Nacional de Teatro, desde las salas independientes y desde los Encuentros de Teatro del Interior.

 

Desde el año pasado los distintos Encuentro de Teatro del Interior organizados por Adatise, que en estos últimos días se realizó el Séptimo avivó la llama, ese fuego que es el teatro con talleres, actividades, muestras y obras que animaron a formar nuevos grupos entre jóvenes que quieren hacer sus primeras armas en el género. El Intercolegial de Teatro que cumple veinte años, con muy buen tino se ha abierto al interior provincial llevando a los escenarios de las Casas de la Cultura, Casas del Bicentenario, Centros Culturales o en los salones de las municipalidades donde se presentan las piezas teatrales. El teatro ha llegado a Monte Quemado, Nueva Esperanza, Ojo de Agua, Sumampa y cientos de ciudades adonde nunca antes se había presentado una obra.

 

Párrafo aparte merece la gente que está haciendo teatro en Forres, donde con el apoyo permanente de la Secretaria de Cultura Municipal se ha conformado un grupo, desde el INT se los ha capacitado y se ha presentado un unipersonal con un nuevo actor que hace sus primeras armas. Bueno sería soñar con grupos similares en todos los pueblos de la provincia. Gestos como estos son necesarios para que la actividad que significa el teatro siga llevando sueños, en la caja mágica, donde convive el drama, la comedia y la tragedia, donde los vestuarios, las escenografías y las luces, cuando no la música encienden la fantasía en todo telón imaginario que significa el teatro. 

 

En unas semanas comienza la Fiesta Provincial del Teatro, nueva convocatoria, nuevos desafíos en un año especial, donde se cumplen aniversarios y fechas históricas. En una provincia que tuvo un unipersonal censurado por un gobierno democrático y donde hoy conviven salas estatales, como nuestro primer coliseo el 25 de Mayo, con tres salas de gestión propia: Adatise, La Casa y Hércules. Todos con sus propias carteleras y programaciones especiales, muchos dignos de elogio, mucho hecho a pulmón, desde donde sale lo mejor de nuestra gente. Un orgullo provincial, porque no se da todo esto en otras provincias, porque Santiago vive cultura hoy más que nunca.

 

Porque es un logro, una experiencia única, un sueño compartido.

 

Las dos carátulas siguen vivas en Santiago del Estero.   

 

 

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