Una estudiante de 17 años emprendió la caminata hacia el Colegio Secundario Madre Tierra de la ciudad de Fernández, departamento Robles, para asistir a clases. Eran las siete y la adolescente se aferraba a sus útiles escolares en momentos en que hay una escasa cantidad de peatones y vehículos en la vía pública.
En esa circunstancia, se aproximó un motociclista que comenzó a circular junto a ella que caminaba por la vereda. El conductor se ofreció a llevarla hasta el establecimiento escolar. La alumna no sabe el nombre ni dónde vive el sujeto, aunque alguna vez lo ha visto en el barrio donde ella reside. No obstante, rechazó la oferta del motociclista.
El sujeto insistió hasta que la estudiante accedió a subir al rodado, tras lo cual ambos iniciaron el viaje hacia la unidad educativa. Sin embargo, a poco de andar, el conductor detuvo la marcha y comenzó a manosear sus piernas y pronunciar palabras que la víctima no llegó a entender. En medio de una crisis de nervios y miedo, la menor descendió del rodado y siguió caminando hasta llegar al colegio.
La adolescente no contó nada de lo sucedido a su familia luego de regresar de clases, aunque una de sus hermanas advirtió ciertas actitudes extrañas que la pusieron en alerta. Al llegar la noche, la hermana le dijo a su madre que “algo le pasaba” a la estudiante. Ante esta situación, la mujer se sentó junto a su hija, la contuvo emocionalmente y la menor le contó lo que había ocurrido, hecho que le había afectado mucho.
La mujer de 36 años realizó la denuncia en la Comisaría Comunitaria Nº 35. El hecho fue informado a la Unidad Fiscal de Banda y Robles y se inició una investigación para identificar al depravado y ordenar medidas judiciales.
