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La Provincia #Inclusión

Fabiana Orellana: ???El respeto es importante para la persona sorda???

Quien lo afirma es una referente de la comunidad sorda, en entrevista de ND.

Fabiana Orellana es hipoacúsica, tiene 44 años y por primera vez en su vida pudo acceder a un empleo: hace poco más de dos semanas que le enseña lengua de señas al personal del Inadi de Santiago del Estero.

 

Nuevo Diario se reunió con ella y con Marta Silva, su intérprete, para conocer qué dificultades ha tenido que sortear, tanto ella como la comunidad sorda, a lo largo de su vida en medio de “un mundo de oyentes”.

 

“El oyente piensa que el sordo no puede, no sabe. Mirar y conocer a la persona es importante. Respeto a la persona sorda, siempre”, expresó Orellana.

 

Fabiana ingresó a trabajar en el Inadi gracias al programa Promover.

 

A lo largo de la entrevista destacó varias veces la importancia de que el oyente respete a la persona sorda y que la sociedad aprenda lengua de señas. 

 

Su intérprete y gran amiga, por su parte, puntualizó que “Fabi” es “muy inteligente” y “capaz”, al igual que muchas personas de la comunidad sorda.

Ambas pertenecen al equipo de intérpretes Somos Puente. Y es que Fabiana, justamente, es un puente entre los oyentes y la comunidad sorda: ella se encarga de transmitir y enseñar a sus pares sobre todo lo que aprende: desde educación sexual integral hasta cómo se usa un preservativo para personas con vulva o vagina.

 

A Orellana y a Silva les pareció importante remarcar que, como muchas personas piensan, los sordos no escuchan, pero sí saben leer y escribir, cuando no es así. Para estos casos, resaltaron, que hay que mantener la calma y hablar despacio, puesto que hay sordos que sí saben leer los labios.

 

“Fabi” es una referente para los jóvenes sordos y pionera en acceder a un empleo en la provincia. “Queda mucho por luchar”, afirmó. 

 

 

 

“Hay familias en las que todos son sordos y ninguno tiene un trabajo. Es difícil conseguir”

 

Fabiana Orellana siempre ha buscado trabajo, a pesar de que su marido (oyente) se rehusaba por miedo a que le pase algo.

 

Se las rebuscaba vendiendo cosas dulces y saladas.

 

Hoy tiene un empleo en el Inadi, pero es consciente de que pertenece a un caso excepcional.

 

“Hay familias en las que son todos sordos y ninguno tiene trabajo. Es difícil conseguir”, expresó.

 

Orellana hoy puede contribuir a la economía familiar, pero hay quienes no, por eso destaca la importancia de que se le den oportunidades a las personas sordas.

“Falta mucha información. El sordo tiene vergüenza. El oyente no lo entiende y esa es la barrera comunicacional que hay. El sordo piensa que el oyente lo discrimina, pero no, el oyente necesita aprender lengua de señas para que se puedan comunicar”, resaltó.

 

Es importante que la sociedad le dé un espacio a esta comunidad para que pueda integrarse.

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