La Guardia Civil detuvo a una banda por simular un secuestro y extorsionar a una mujer. La protagonista de esta historia fue una joven que engañó a su propia madre para pedirle una exorbitante suma de dinero.
La detención se dio en el marco de la operación “Santero”, en la que los efectivos lograron detener a una banda de cinco personas pertenecientes a la misma familia. El hecho ocurrió en la isla Tenerife de Gran Canaria, en España, y los miembros, incluso la joven, quedaron detenidos.
La mujer recibió un video en donde aparecía su hija amordazada, con las muñecas atadas por detrás, lo ojos vendados con un pañuelo, con manchas de sangre en la cara y con un sujeto encapuchado que le sostenía el cuello con un cuchillo. La chica le daba instrucciones para depositarle una suma de 50.000 euros en efectivo, lo que serían unos 7 millones de pesos, a cambio de su liberación.
“Mami, no le digas nada a papi”, se la escucha decir en el clip. Aunque se activó el protocolo de secuestro de la mano de especialistas de la Unidad Central Operativa y junto a un módulo especial de intervención del GRS-8, se llegó a la conclusión de que todo era una mentira.
El operativo de búsqueda llevada adelante por el Equipo de Delitos Contra las Personas y el Equipo Territorial de Policía Judicial las Américas duró menos de 24 horas. Tras su detención, los efectivos de la Guardia Civil encontraron a la joven que aparecía en el video estaba en perfecto estado y descubrieron que el grupo delictivo había extorsionado a otras personas.
Los agentes atraparon a la banda jugando en un Bingo. Mientras tanto, los peritos secuestraron un producto que contenía sangre artificial y el pañuelo con el que amordazaron a la joven.
Asimismo, se decubrió que habían engañado a la víctima en al menos tres ocasiones anteriores.
