Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Policiales #MegaOperativoPolicial

Cayó una secta que operaba en Villa Crespo: tenía US$ 400 mil, medicamentos truchos y películas porno

Hubo más de 50 allanamientos en Ciudad y provincia de Buenos Aires. Colaboraron autoridades de investigación extranjeras. Se estima que las víctimas ascenderían a 300.

Efectivos del Departamento de Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina (PFA) desarticularon una peligrosa organización internacional dedicada a la trata de personas que operaba desde el barrio de Villa Crespo, aunque contaba con una sede en Estados de Unidos. La organización se mostraba como una secta que prometía “mejoras espirituales” para captar a sus víctimas, para reducirlas a la servidumbre o, en algunos casos, ofrecer servicios sexuales a “personas de poder”.

 

Según confirmaron a Infobaese realizaron más de 50 allanamientos en los que detuvieron a un total de 24 personas, incluido su líder. Además, incautaron una cifra millonaria en distintas monedas, camionetas de lujo, videos porno sado, objetos de valor y computadoras. De acuerdo con lo que pudo averiguar este medio, se hizo un pedido de detención a Interpol de los líderes internacionales de la secta.

 

Altas fuentes con acceso a la investigación afirmaron que un célebre intérprete podría ser una de las víctimas de la secta. Se encontraron audios de conversaciones entre el artista y una de las detenidas que ya fueron revisados por detectives. Las grabaciones, aseguran las fuentes del caso, tendrían un tono levemente erótico. La acusada que conversaba con él es apodada “La Tigresa”.

 

 

De acuerdo con la información que pudieron obtener los investigadores, la organización captaba a sus víctimas con la promesa terminar con “los males del SIDA y las drogas” y “buscar el desarrollo de la felicidad”. Así, los incorporaba a la organización y lograba reducirlos a una situación de servidumbre. En otros casos, les ofrecía algunos de tratamientos “médicos” que hacían en sus “clínicas”, con el propósito fundamental de obtener dinero, influencias y “coberturas” para sus líderes.

 

Actualmente, la organización utilizaba a sus adeptas para el ofrecimiento de relaciones sexuales a personalidades poderosas, como el caso de artista internacional. Otra de las maniobras que realizaba era la que consistía en ser “curas de sueño”. No era otra cosas que drogar a los “fieles” de la organización y a otras personas captadas en el extranjero para dormirlos durante días como una forma de castigo en el primer caso y un supuesto tratamiento contra las drogas para los otros.

 

La investigación de la Policía Federal se hizo sobre la firma denominada BA GROUP, que según pudieron establecer, era utilizada por una organización criminal de índole internacional “que se mueve en el mundo de la empresa, la salud y la política”. Las fuentes sostienen que sus organizadores derivan de lo que antiguamente se conocía como sectas y que en la actualidad evolucionaron con multiplicidad de formas. Ya no son lo que eran hace algunas décadas atrás.

 

Además de la captación de víctimas y los servicios que ofrecían, la PFA descubrió el sofisticado método para blanquear el dinero que obtenían. Las ganancias obtenidas de la explotación de todas estas personas – “alumnos” de la organización EYBA y los “pacientes” de la clínica denominada “CMI ABASTO”- presuntamente ingresaron al circuito legal mediante inmobiliarias y una escribanía que tiene la organización en el país, además de distintas fundaciones creadas en Estados Unidos. Esto último les generaba un flujo constante de divisas extranjeras, cuya cara pública y legal para ese fin era la empresa BA GROUP.

 

 

Para concretar sus engaños y reclutar víctimas, la organización criminal poseía una estructura interna en la que prometía “evolucionar” y luego “reencarnar” en alguno de su insólita jerarquía: el líder, “maestro” o “ángel” (nivel 7); “Apóstoles, (nivel 6); el nivel 5 con los “genios”; nivel 4 de los “alumnos” y los niveles 3, 2, 1, que serían los “humanos comunes”.

 

Asimismo, establecieron un flujo de viajes hacia Estados Unidos y Uruguay, con el objetivo de realizar las mismas actividades que realizaban en Argentina, pero con la diferencia que las personas captadas eran convencidas de venir al país para realizar distintos tratamientos de “ayuda”. Entre ellos, “la cura del sueño” y así poder aislarlos de sus familiares directos y realizar distintas maniobras para obtener beneficios económicos.

 

El expediente quedó en manos de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) y del Juzgado Federal Nº4, cuyo titular es el juez Ariel Lijo. A la organización la acusan de una serie de delitos graves: Trata de personas con fines de reducción a la servidumbre, agravado por coerción, hurto agravado, lavado de activos, asociación ilícita, ejercicio ilegal de la medicina, expendio Irregular de medicamentos y tráfico de influencias.

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso