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Opinión #RenunciaDeGuzmán

Política en conflicto: De tanto estirar el hilo se rompió

El politólogo Diego Ramos generó su análisis en base a lo que se vivió en estas últimas 24 hs. a nivel país y cuál es la perspectiva ante la renuncia de Martín Guzmán. En tal sentido, el licenciado en Ciencias Políticas expuso su mirada ante el suceso que mantiene en vilo a la Nación.

Por Diego Ramos.- En los últimos días dos tensos debates se instalaron en el ámbito político, a tal punto que uno visualizaba que de tanto estirar el hilo se podía llegar romper. Por un lado se debatía sobre quiénes y cómo se deben  administrar los planes sociales de millones de argentinas/os, sin duda bajo una disputa de capitalizar los movimientos sociales y de quien está más cerca de las demandas sociales, y por otro lado el debate que giraba en torno a  la presión política por la salida del ministro de Economía Martín Guzmán.

 

Finalmente, el hilo se rompió. Estos escenarios señalados han develado que dentro de la alianza, los diferentes sectores  legítimamente diputan sus hegemonías dentro de un sistema presidencialista que siempre será vulnerable y que urgentemente necesitan ser restablecidos.

 

Hablando de hegemonía y juegos simbólicos, Guzmán renuncia en medio del discurso político de Cristina en Ensenada, mientras la vicepresidenta expresaba: “Perón mantuvo la lapicera, no la largó”. Sin duda es todo un mensaje político que llega tres días después de que Alberto Fernández ratificaba a Guzmán.

 

Muchos interrogantes se abren, pero un punto central será y deberá ser consensuado por las tres patas que forman los pilares del Frente de Todos, que el próximo ministro tenga acuerdo político. La coalición gobernante debe unificar criterios hacia donde debe ir la economía y propiciar todos los instrumentos necesarios, frente a un crecimiento descomunal del capital en relación a la pérdida del salario del trabajador.

 

La figura de Sergio Massa es fundamental. Nuevamente, su figura será clave en término de correlación de fuerzas y sobre todo porque Alberto Fernández debe reencauzar su liderazgo en un sistema presidencialista que sin su fuerza natural por el sistema político que tenemos, la gobernabilidad debe despejar el riesgo de debilitamiento mayor.

 

Otro tema será ver quién y cómo se va a asumir la responsabilidad con el FMI ¿la condición sigue siendo más económico que política? Los referentes del Frente de Todos deberán dar una espalda política al nuevo ministro, con un riesgo país cada vez más alto.  

 

Hemos tenido reiteradamente en nuestro país experiencias de fuerte retracción de la ciudadanía, desconfianza y escepticismo en torno a las políticas públicas y el rol del Estado, como así también debilitamiento de los vínculos políticos y sociales. Hoy la sociedad necesita del arco político gobernante convicción de unidad y que circule un debate donde esté presente como eje central la composición del bien común público, es decir, un razonamiento superador que cubra y satisfaga la buena convivencia social y las deudas sociales.

 

Si el Estado es la organización política de la convivencia, no es posible imaginarlo sin un fin. Debe haber objetivos claros. Asumimos como fin del Estado el clásico de bien común o de realización de la justicia. Bien porque proporciona perfección al Estado que lo cumple y promueve. Bien porque desde un punto de vista ético satisface el orden moral. Bien porque beneficia a los hombres y suministra las condiciones para que la convivencia subsista. Bien para brindar las condiciones de crecimiento y desarrollo.

Ministerio de Economía
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