“Cuando mis hijos eran pequeños, y nos tocaba trabajar, no teníamos quién los cuidara”, así empieza una tierna historia con un suceso que marcó la vida, no sólo de Mili, una jovencita de 15 años, sino de toda una familia.
Eran las 20.52 del domingo 22 de mayo cuando Carla Corvalán, una vecina residente de la ciudad Capital, publicó en su cuenta de Facebook una serie de fotos que no tardaron en viralizarse. ¿Quiénes eran los protagonistas de esta historia? Nada menos que sus hijos y su pareja, Fabián, el papá de ellos
Es que Fabián era nada menos que el chofer de la línea 118. “Cuando mis hijos eran pequeños y nos tocaba trabajar, no teníamos quién los cuidara”, contaba Carla. “Muchos saber que ellos, sentaditos en el primer asiento, estaban hasta que mamá se desocupaba”, narraba
Los pequeños, cuando viajaban en el colectivo, “no faltaban los desayunos, las picaditas, y hasta sentaditos con sus hojitas estudiaban cuando les tocaba una prueba, siempre junto a papá, invierno y verano”, contaba la mamá
Es por esto que no es de extrañarse que los asientos, el techo, el constante abrir y cerrar de la puerta no tengan un significado especial en sus mentes y en sus corazones. “Fue y es el lugar donde él trabaja para que no nos pueda faltar nada”, aseguraba la encargada de publicar la historia que se viralizó. Así que, con la ayuda de algunos vecinos, “cumplimos el sueño: ‘A mis 15 en el bondi de papá’”, tal como se titula un suceso que ya es anécdota
Carla agradeció “al señor Miguel Lladón por prestarnos una unidad de su empresa para hacer posible este sueño y al señor Víctor Eduardo Arce por aportar también de su parte
“Familia Ruiz Corvalán 21/05/2022. ¡Fuimos muy felices! ¡Dios los bendiga! ¡Gracias totales!”, cerraba Carla su posteo, que superó los 700 compartidos, las 1200 reacciones y caló hondo en el corazón de miles de santiagueños que se emocionaron con esta historia.
