Desde el año 2005, la provincia de Santiago del Estero ha comenzado un proceso de crecimiento sin precedentes, que se puede visualizar no solo en las obras icónicas, sino en cada punto de la provincia. El 95% de las obras planteadas como parte de los corredores de desarrollo del Plan Estratégico Territorial (PET) se han realizado e incluso superado las expectativas en materia de energía eléctrica. Hoy la provincia cuenta con líneas de extra alta tensión (líneas de 500 w) y líneas de alta tensión (de 132 kv) y se ha completado el anillo eléctrico, eliminando los sistemas de generación aislada. También la infraestructura vial e hidráulica, con la reciente inauguración del Azud de Cruz Bajada; han tenido un crecimiento superlativo.
También se han superado las expectativas en conectividad, siendo una de las pocas provincias del país en tener su red provincial de fibra óptica, que, sumada a la Red Federal, suman más de 2.400 km, que van a conectar al 100% de las escuelas, destacamentos de seguridad, postas sanitarias y hospitales.
La infraestructura turística ha sido otro de los pilares de la gestión, buscando permanentemente una integración virtuosa turismo-deporte.
Todas estas obras han ido acompañadas de la dotación correspondiente de recursos humanos.
Si bien a lo largo del Gobierno del Frente Cívico se han sucedido 4 gestiones nacionales, siempre se han defendido los intereses de los santiagueños y las santiagueñas por sobre todas las cosas. El Frente Cívico es un proyecto provincial, que ha logrado la comunión de todos los actores del quehacer provincial, tanto del ámbito académico, como el empresario y la sociedad civil, en un modelo de cuádruple hélice, fomentando el crecimiento con la ciencia, la tecnología, la innovación y el conocimiento como ejes.
El Frente Cívico no tiene propuestas de campaña vacías, tiene claros los horizontes de gestión, lo que se ha hecho y por sobre todas las cosas, lo que falta por hacer.
En 2019 se plantearon las Metas del Bicentenario de la Autonomía Provincial, 7 metas que abarcan los principales desafíos para que el tan ansiado desarrollo llegue a nuestra provincia. Aumentar el PBG, no solo en términos absolutos, sino también relativos, ampliar la cobertura hídrica al 70% del territorio, ir hacia un plan de cobertura universal de salud, mejorar los procesos educativos, optimizar recursos dentro del Estado y ampliar nuestra matriz energética en base a fuentes renovables; 7 metas muy ambiciosas, pero necesarias para consolidar el camino del desarrollo provincial.
Santiago del Estero es la que mayor población rural dispersa tiene en el país, y es una decisión estratégica propiciar el arraigo de los habitantes del territorio, con un muy alto costo en materia de servicios, descartando la visión economicista que nos hubiese empujado a trasladar a la población rural a los grandes centros urbanos. Con mucha responsabilidad y vocación de servicio se trabaja diariamente en lograr igualdad de las oportunidades en todo el vasto territorio provincial.
Claves para el desarrollo:
1- Santiago del Estero es una provincia que no tiene deudas, es decir, que no está condicionada a corto o mediano plazo a ceder ante exigencias externas. No tener deuda no es un mérito en sí mismo, lo que constituye un logro es haber construido todo lo que se ha construido sin necesidad de acceder a préstamos que hipotequen las posibilidades de futuro.
2- Posibilidades productivas: Santiago tiene más del 90% del territorio apto para el desarrollo de ganadería sostenible, bajo sistemas silvopastoriles que representan un equilibrio entre el modelo extractivista y el conservacionismo, pudiendo llegar a elevar el stock ganadero a más de 8 millones de cabezas de ganado bovino, sin dejar de lado el ganado caprino y porcino.
3- Posibilidad de ganar mercados de cercanía y mercados internacionales con productos de alto valor agregado, la zona de Riego del Río Dulce es una de las más extensas del país con 120.000 hectáreas. Con la necesaria incorporación de tecnología, tiene el potencial de transformarse en una gran generadora de puestos de trabajo.
4- Turismo e Industrias Culturales: estos 2 enormes sectores de la economía provincial están lejos de tocar su techo. La bondad de las aguas termales de Río Hondo, el interminable acervo cultural santiagueño y la infraestructura deportiva, abren miles de posibilidades de inversión.
5- Energías alternativas y transición energética: Si bien el siglo pasado no nos ha encontrado con petróleo, esta nueva era nos encuentra con sol, con vientos, con biomasa y con la posibilidad de explotar la energía geotérmica, una fuente limpia, segura, sustentable e inagotable a escala humana.
6- Economía del Conocimiento: una de las nuevas áreas para la transformación productiva donde se está trabajando con mucha fuerza en la formación de recursos humanos. Esta área es transversal a todas las cadenas productivas.
7- Universidades y Sistema Provincial de Ciencia, Tecnología e Innovación, integrado por INTI, INTA, Gobierno de la Provincia y las Universidades Nacional y Católica, que aportan permanentemente a través de diplomaturas, carreras de grado y posgrado.
8 - A pesar de lo incierto del escenario macroeconómico nacional, la provincia tiene una marcada solidez fiscal, que le permite imponer medidas anticíclicas y romper una de las grandes limitantes al desarrollo que es el acceso al financiamiento.
9- Por último, un punto no menor, la paz social reinante, donde no existen grietas y el objetivo común es lograr la mejor versión de Santiago, con educación, salud, seguridad y trabajo para todos y todas.
Santiago ha logrado superar el dilema entre resolver las necesidades apremiantes del presente, con la necesidad de futuro, cada acto de gobierno tiene una visión estratégica que no deja ni por un segundo de atender lo urgente, pero mientras tanto, se generan los puentes para llegar al futuro que nos propongamos.
Por todo lo planteado es fundamental que el sector privado invierta, en nuestra provincia no existe una mirada anti empresaria, sino todo lo contrario, el objetivo es cuidar cada puesto de trabajo y que cada peso que se invierta sea en beneficio de los santiagueños. El desafío para el sector privado es innovar y evitar que la vorágine del desarrollo termine minando cada iniciativa. También que los jóvenes se preparen, que innoven, y que se conviertan en el motor del desarrollo provincial, pero no solo se capaciten para ser parte de la fuerza laboral, sino que también puedan generar trabajo. El desarrollo definitivo de Santiago está más cerca que nunca, y con el compromiso de la sociedad, el Gobierno de Gerardo Zamora ha generado las condiciones para ese despegue y tenemos la obligación de subirnos al tren del crecimiento económico y no caer nunca más.
