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Opinión #Opinión

En Jordania no solo se cocina Kebab

El Reino de Jordania se vio sacudido esta semana con una serie de arrestos al más alto nivel que llegan hasta el interior de la familia real. La acusación: intento de golpe de estado.

El 3 de abril del corriente año el Reino Hachemita de Jordania se despertaba con el ejército desplegado, con tanquetas y soldados en equipo de combate por toda su capital la Ciudad de Amman y los centros sensibles de todo su territorio nacional.

 

La noticia de un golpe de estado en la que participaban agentes extranjeros con la intención de derrocar al Rey era transmitida por todos los medios oficiales. La radio y T.V. también comunicaban que se estaban produciendo una serie de arrestos que incluían a veinte de los cabecillas de la intentona, entre ellos varios ex funcionarios políticos relacionados con Arabia Saudita y un ciudadano de aquella nacionalidad. Y que la conspiración llegaba hasta el interior de la casa real incluyendo custodios y al mismo Príncipe Hamza Bin Hussein, el medio hermano del Rey Abdullah II que fue puesto bajo arresto domiciliario. Todos ellos acusados de asociarse con entidades extranjeras para conspirar contra la estabilidad del país. 

 

El Príncipe Hamza, que goza de gran simpatía entre las tribus beduinas a las que acostumbraba a visitar reuniéndose con los diversos líderes de las mismas, había expresado en numerosas oportunidades fuertes críticas hacia su medio hermano por la rampante corrupción, el desmanejo de la economía y la falta de asistencia en los hospitales a los enfermos por la pandemia del COVID-19 y la crisis por la falta de oxígeno para tratar a los enfermos. 

 

Luego de su confinamiento en el palacio real y en un único video que pudo ser filtrado a la prensa, Hamza declaraba que no sabía el motivo del arresto y que seguía fiel a la familia real; pero que no respetaría las limitaciones a sus movimientos y comunicaciones impuestos por los militares. Fuentes oficiales también expresaban que su madre, la Princesa Noor, estaba al tanto de las intenciones de su hijo mientras se sucedían los arrestos de altos ex funcionarios y de miembros de la custodia personal del príncipe que incluían a un general retirado perteneciente a una de las tribus más poderosas del sur del país lo que generó bastante disgusto, llegando a hablarse de humillación y traición gubernamental, comparando al hecho con una puñalada en la espalda a toda la tribu.

 

Según el Profesor Ali Bakir especialista en Medio Oriente y colaborador de varias universidades, resulta improbable que todo este asunto se trate de un intento de golpe debido a que generalmente estos son realizados con la colaboración de las fuerzas armadas y en este caso no existe ningún tipo de fragmentación en las lealtades dentro del ejército. Y porque hace ya unos años que ningún miembro importante y representante de la familia real ocupa ningún cargo dentro de los aparatos de seguridad del estado, por lo que resulta difícil que alguien más que el Rey haya podido construir poder y subordinación de una magnitud tal que se permita realizar una acción semejante. 

 

Oficiales consultados aseguraban que los hechos se trataban de un intento de atentado contra la seguridad interna del estado y los mismos aseveran que lo acontecido no afectaría las relaciones entre Jordania e Israel ni con Arabia Saudita que fue el primer país en condenar el golpe pero que también envió una delegación diplomática para obtener la liberación de su ciudadano, asegurando que no se irían sin llevárselo de regreso. 

 

En Jordania mientras tanto diversos periodistas aseguran que la gente se encuentra a oscuras sin comunicados o noticias oficiales de lo ocurrido y con numerosos rumores volando por todas las redes sociales sobre los hechos. No se imaginan al Príncipe Hamza encabezando una rebelión armada contra su hermano, aunque admiten que este se convirtió en una de las voces más críticas hacia todas las políticas populistas y la falta de control que su hermano lleva adelante, acusando al Rey en varias oportunidades de ser el responsable del empobrecimiento del reino y sus ciudadanos, permitiendo con sus políticas erróneas el surgimiento del grupo terrorista ISIS en el Reino.

 

Será necesario todavía seguir de cerca esta noticia entendiendo los hechos para ver si realmente se trata de un intento de golpe de estado o un asunto interno que se hizo público, para terminar con la oposición dentro del palacio real. El tiempo nos sabrá decir cuál es la verdad detrás de toda esta tertulia dramática en una tierra que, aunque parece tranquila resuena de fondo el ruido del Kebab cocinándose a fuego lento y donde los grupos terroristas se hacen cada día más fuertes debido a los desmanejos gubernamentales y la falta de reformas económicas profundas que den prosperidad a una población cada día más empobrecida.

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