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Opinión #Opinión

Wall Street contra El Pueblo

Un nuevo escándalo sacude las bases de la economía en Estados Unidos. Las grandes corporaciones se han enfrentado al inversionista de a pie en una batalla que aún no ha terminado.

Un escándalo de características épicas ha estallado en el corazón financiero del mundo y tiene como campo de batalla a la famosa Bolsa de Comercio de Wall Street en Nueva York, donde las empresas de todo el orbe acuden a cotizar sus activos para obtener fondos que las hagan crecer. Y los pequeños inversionistas, si saben lo que hacen, pueden obtener beneficios siguiendo las tendencias del mercado aunque también pueden perder la cabeza y quedar en la miseria por malas decisiones. 

 

Estas son las reglas del capitalismo financiero donde no hay ningún tipo de intervención y el mercado decide el destino de todos. Bueno, parece que luego de lo ocurrido con la valuación de la empresa GameStop, esto no esta tan claro y algo no huele bien.

 

Para darle dimensión a esta historia que parece un cuento de ficción; pero que es real y tiene muchas aristas, debemos recordar que 6 de cada 10 estadounidenses invierten en este mercado, la mayoría de los cuales va desde bomberos a policías y desde trabajadores de a pie a oficinistas,  que pueden invertir pequeñas sumas y buscan asesoramiento independiente y un lugar donde compartir información. Hoy gracias al desarrollo del internet libre y los foros sociales, muchos se agrupan en foros, páginas sin moderadores interesados. También existen los gigantes financieros donde podemos encontrar grandes fondos de inversión que tienen empleados y expertos en bolsa ocupados todo el día en ver cómo realizar las mejores inversiones para beneficiar a sus cliente ganando dinero para ellos y sus ahorristas. 

 

Pero, siempre hay un pero, también existen los llamados “Hedge Funds” que tratan de ganar dinero en operaciones que podrían ser consideradas no tan santas y quizá no tan éticas. Estos fondos buscan lo que podríamos definir como empresas o países en problemas e invierten apostando en contra de los mismos como si fuesen aves de rapiña que persiguen con la muerte de su víctima obtener la mayor cantidad de ganancia posible (de ahí viene la denominación “fondos buitres”). 

 

Debido a la crisis de Covid-19 muchas empresas que cotizan en bolsa están teniendo problemas económicos por el cierre de comercios y la imposibilidad del desplazamiento humano. Una de las operaciones que más gusta a estas empresas es la de comprar “en corto” esperando la caída y quiebre de la empresa para así hacerse de grandes ganancias en lugar de apostar por el crecimiento de otras o simplemente vender sus participaciones en empresas cuando las mismas no obtienen las ganancias esperadas. Lo que sería totalmente legítimo ya que seguramente si uno ve una película y no le gusta, cambia de canal pues nadie está obligado a mirarla hasta el final ¿cierto?. 

 

Pero la operatoria de estos fondos es diferente y para explicarlo fácilmente, salvando las grandes distancias, podemos decir que sería como si una empresa quisiese hacer bajar el dólar artificialmente y quebrar al banco. Entonces va, pide un préstamo multimillonario en dólares; pero no lo paga a tiempo.

 

Entonces sale a vender todos esos dólares haciendo caer la cotización. Ahora con esa caída necesita menos pesos para comprar los mismos dólares y por lo tanto se queda con la diferencia. Cuanto más dólares vende, más dinero gana porque el precio caey este fondo buitre sigue pidiendo prestado sin pagar para hacerlo caer más hasta que no valga nada y las ganancias sean extraordinarias, es lo que se llama un “golpe de mercado” que destruye a la empresa víctima de la maniobra y a los inversionistas en esta. 

 

Una de las empresas víctimas de esta maniobra es GameStop, que empieza a perder su valor.

 

Resulta que en uno de estos foros de internet de los que hablamos antes, empiezan a analizar el comportamiento de la empresa GameStop y se dan cuenta que no tendría que irle tan mal porque si bien hay problemas la empresa es sólida. Entonces empiezan a decir “algo huele mal” y aparece un comentario anónimo diciendo que hay un denominado Melvin Hedge Fund que está realizando la maniobra descripta arriba…Y todos los pequeños ahorristas deciden salir a comprar todo lo que estos fondos buitres vendieron, haciendo subir la acción en más de 450%.

 

El final de esta saga ocurrió la semana del 25 al 29 de enero pasados, cuando los buitres tenían que saldar el préstamo o sea comprar los dólares; pero ahora sale un 450% más caro y no tienen la plata. Entonces se van a la quiebra. Esto es lo que está pasando ahora en Wall Street. 

 

Un dato clave más; pero indispensable es que la mayoría de los pequeños inversionistas compran sus acciones a través de una muy popular plataforma online que cobra pocas comisiones y es conocida como RobinHood.

 

Ahora viene la sorpresa:

 

Estos fondos buitres que se van a la quiebra se quejan al gobierno de Joe Biden. Biden anuncia que su Ministra de Economía Janice Yellen (que trabajó para alguno de estos fondos) está monitoreando la situación porque el sistema financiero está en riesgo. 

 

Misteriosamente varias plataformas de acciones, incluyendo a RobinHood, no solo suspenden las compras de GameStop; sino que la comienzan a vender automáticamente sin pedir permiso a sus inversionistas. Al mismo tiempo, Facebook cierra el foro donde se comparte información aduciendo que se ha producido una violación a sus reglas al haber detectado “lenguaje inapropiado” en el canal.

 

Y la bolsa manda a sus inspectores “para destruir la maniobra”. Parece increíble, pero es real.

 

La pregunta que nos queda de toda esta saga que aún no terminó es: dónde quedó la tan pregonada libertad de mercado cuando son las corporaciones las afectadas y es el pueblo y las empresas las que caen y quedan sin ahorros. Nos preguntamos una vez más de qué lado están aquellos políticos, que han ganado las elecciones en Estados Unidos prometiendo defender a los pobres haciendo una sociedad más justa mientras en su lugar hacen oídos sordos a su pueblo que ve atónito este accionar. 

 

Conociendo la idiosincrasia del pueblo de Estados Unidos, esta es una afrenta que será muy difícil de digerir y tendrá consecuencias totalmente inesperadas en un mundo donde los ciudadanos cada vez están más solos, desprotegidos y con menos opciones.

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