Es esencial mantener una adecuada hidratación para garantizar el óptimo funcionamiento de nuestro cuerpo en todas las estaciones. La insuficiencia de líquidos afecta el correcto desempeño de las funciones esenciales y limita la entrega de los nutrientes necesarios a los órganos, disminuyendo así su eficiencia.
Esta necesidad se acentúa durante los meses de verano. Con las altas temperaturas y el incremento de la humedad ambiental, se torna esencial adoptar una dieta ligera y garantizar la ingesta adecuada de agua. Esto no solo ayuda a evitar golpes de calor, sino que también compensa la pérdida de líquidos ocasionada por la sudoración.
5 tips para estar bien hidratados:
Comer frutas frescas: Algunas como el melón o la sandía, contienen grandes cantidades de agua y sales minerales.
Más cantidad: Aumentar los dos litros diarios de agua recomendados en invierno, a tres litros y medio, sobre todo al realizar ejercicios o durante paseos.
Constancia: debemos beber líquidos periódicamente y de forma lenta, para que el organismo lo asimile mejor.
¡Prestá atención!: Si preferís las bebidas refrescantes como gaseosas o jugos, optá por consumir las que contengan menor cantidad de azúcar.
No esperes a sentir sed para hidratarte: En ese punto, el organismo ya está deshidratado y necesita recuperar el líquido que ha perdido.