En la ciudad de Suncho Corral surge una historia de capacidad, de superación y de igualdad. Yésica, una joven de 25 años que desafía los estereotipos al convertirse en la primera albañil de Santiago del Estero.
Oriunda de la localidad del departamento Juan Felipe Ibarra, ella no solo trabaja junto a su familia de “capachera” destacándose por su habilidad y dedicación en la construcción, sino que estudia en la Capital santiagueña.
A pesar de ser la única mujer, demostró que el género no es una barrera para alcanzar el éxito en un oficio predominantemente masculino.
Ella contó a Nuevo Diario que desde temprana edad se involucró en la construcción, “ayudando a mi familia a construir nuestra propia casa”.
A los 11 años ya manejaba con destreza el balde con cemento, aprendiendo las habilidades fundamentales que la llevarían a destacarse en el rubro.
Motivada por la pasión de su padre y hermanos, quienes dedicaron toda su vida a la construcción, Yésica encontró en este oficio no solo un trabajo, sino una vocación.
Realiza cursos en Santiago del Estero, enfocándose en áreas como auxiliar y técnica en laboratorio y electrocardiogramas.
Sueña con ingresar a alguna fuerza armada o de seguridad, demostrando que sus aspiraciones van más allá de las paredes que construye, confesó ella misma.
“Mi mensaje para los jóvenes es que estudien y persigan sus sueños. Cada esfuerzo tiene su recompensa”, afirmó Yésica.
La historia de Yésica, no solo destaca su habilidad en la construcción, sino también resalta la importancia de romper con los roles de género preestablecidos y abrir camino para que más mujeres encuentren su lugar en sectores dominados por hombres.
Con cada ladrillo que coloca, Yésica construye un futuro donde la igualdad y la diversidad son los cimientos de una sociedad más justa.
