Una mujer le revisó el celular a su pareja y encontró mensajes hot del sujeto con su exnovia y con otras mujeres. Decidida a no perdonarle la infidelidad, puso fin a la relación. Enfurecido, la atacó a golpes y la amenazó de muerte.
Durante siete años, una joven de 26 años mantuvo una relación amorosa con un peón rural de 30. Fruto de esa unión, tuvieron dos hijos, quienes residen en la ciudad de Pinto –departamento Aguirre-.
Pero con el paso del tiempo, el amor se terminó. Por lo que la mujer comenzó a sospechar que su pareja estaba manteniendo una relación paralela. Anteayer, estaban en su vivienda y el sujeto le dijo que “se iba a bañar y descansar”.
El peón olvidó el celular sobre la mesa. De inmediato, la mujer tomó el aparato y lo ocultó. Luego, tras asegurarse de que estaba en la ducha, la denunciante comenzó a revisar el aparato. Ingresó a sus aplicaciones de servicio de mensajería. Pero al hacer un chequeo de su WhatsApp encontró un número que no estaba agendado.
De inmediato, ingresó a la conversación y descubrió que se trataba de la expareja de su concubino. Tenían conversaciones subidas de tono. Por lo que la mujer comenzó a revisar las demás conversaciones. El denunciado tenía charlas hot con varias mujeres.
Apenas el sujeto regresó de la ducha, le preguntó a su concubina “si había visto el celular”. Por lo que esta le dijo que “no quería continuar con él”. Le reveló que había leído los mensajes que se enviaba con su ex y con otras jóvenes; por lo que decidió no continuar la relación. Enfurecido, el sujeto reaccionó de manera violenta. De acuerdo con lo manifestado por la víctima a los uniformados, comenzó a propinarle golpes de puño en el rostro y en diversas partes del cuerpo. Luego, de manera violenta mientras le decía que “no lo iba a dejar”, la golpeó contra la pared, ocasionándole lesiones en la cabeza.
Luego, la tomó del cuello y la arrojó sobre un sillón, donde le advirtió que “si lo denunciaba, la iba a matar”. Posteriormente, el agresor se dio a la fuga. Por su parte, la víctima se dirigió a la sede policial, donde radicó la denuncia penal correspondiente por el supuesto delito de lesiones.
Denuncias previas
Según reveló la víctima a los uniformados, durante el tiempo que estuvo junto al denunciado vivió un calvario. Era víctima de constantes agresiones físicas como psicológicas; por lo que sentía miedo de él.
Al tiempo que aseguró que “temía por su vida”. Además, reveló que no era la primera vez que lo denunciaba por violencia de género. Dos años atrás, tras mantener una discusión, la atacó a golpes. Lo denunció y la Justicia le impuso una perimetral. Pero tiempo después, a las semanas, retomaron la relación luego de que el sujeto le dijera que “iba a cambiar”.
Tras la denuncia de la víctima, el agresor fue detenido y alojado en la sede policial, por disposición de la Unidad Fiscal de la circunscripción Añatuya.
