El ícono del cine clásico, Sophia Loren cumplió el viernes 90 años y en su Italia natal la celebran con homenajes, entre murales, retrospectivas, proyecciones y exposiciones en honor a la mujer que enaltece a su país.
Según la autobiografía de la artista, transitó una dura infancia, marcada por el hambre y la ausencia de la figura paterna.
El productor encargado de su primera visita a Argentina, Dani Mañas, había contado que la renombrada intérprete creció en un ambiente pobre, en los suburbios de Nápoles en los tiempos de la II Guerra Mundial. A los 17 años el productor Carlo Ponti la descubrió. Ponti, 22 años mayor se casó con ella en México, en 1957 y tuvo a sus hijos Carlo y Eduardo.
Tal como lo describió Loren en su escrito biográfico, alcanzó las más altas cimas cinematográficas y “encarnó al patito feo que se convierte en un cisne”: pasó de una infancia complicada a una vida de éxito, lujo y fama.
Como relata en el escrito, la actriz fue dirigida por grandes cineastas, tal como Charles Chaplin, en La condesa de Hong Kong (1967), junto al actor Marlon Brando, a quien tuvo que detener en su intento de propasarse, según recuerda en el libro.
Su trayectoria fue merecidamente premiada, entre ellos con el Oscar honorario en 1991. Sin embargo, no fue el primer galardón de esta índole. En 1961, Loren se llevó el Oscar a Mejor actriz por “Dos mujeres”. Fue el primero para una interpretación hecha en un idioma distinto al inglés.
Actualmente, suma más de 20 reconocidas distinciones, como Globos de Oro, Grammy, Cannes, entre otros.
Realizó más de 80 películas y 14 de esos títulos fueron llevados adelante con su amigo y compañero, Marcello Mastroianni. Juntos fueron la pareja emblemática del cine italiano en la segunda mitad del siglo XX.
Su último rodaje fue “La vita davanti a sé” traducida como “La vida ante sí”. El film se estrenó en Netflix en 2020, a los 81 años de “La Loren”.
