
Después de una jornada cargada de música, alegría y shows que quedarán para el recuerdo, el primer día de Lollapalooza Argentina cerró a lo grande con la presencia Justin Timberlake y Alanis Morissette. Como extra, con motivo de los 10 años del festival en el país, un espectáculo de 1.000 drones cautivó a los fanáticos y celebró la década del evento que cambió el paradigma de los recitales masivos.
Con ansias en la piel, y la memoria cargada de recuerdos, algunos fans esperaron este día toda su vida. Ese fue el caso de Sofía Olivera, una joven que arribó al predio de San Isidro en horas del mediodía y tomó su posición en la valla del escenario Flow para ver a Justin Timberlake en primera fila. En sus manos, la fanática mostraba un cartel que decía: “Estuve esperando por ti 20 años”.
Esa espera terminó cuando el reloj marcó las 22.25. Con cada músico ocupando su lugar en el escenario, Justin salió a escena con cadenas doradas en su cuello, remera blanca, camisa, una campera azul con brillos y pantalones oversize. “¿Argentina, están listos?”, dijo el artista antes de dar rienda suelta a uno de sus hits: “Mirrors”. En el escenario, el músico se lucía junto con sus cuatro coristas, dos flautistas, saxofonistas, más la clásica formación de guitarra, batería y bajo.
“¿Es tuyo? ¿Lo quieres de vuelta? ¿Es para mí? Gracias. Argentina, se ven bien”, dijo Timberlake mostrando todo su carisma. Luego, el cantante le firmó una foto a un fan y continuó con el show. A lo largo de su hora y media de show, el artista brilló con todos sus hits, incluso provocando una marea de gente cuando interpretó “Can’t Stop The Feeling!”.