Cada 20 de noviembre, Argentina conmemora el Día de la Soberanía Nacional, una fecha que recuerda la batalla de la Vuelta de Obligado de 1845. Este enfrentamiento, aunque desigual en fuerzas, simbolizó la resistencia del país frente a la intervención extranjera y la defensa de su derecho a controlar los recursos y el territorio nacionales.
El origen de la conmemoración
La batalla de la Vuelta de Obligado tuvo lugar en un estratégico recodo del río Paraná, cerca de San Pedro, provincia de Buenos Aires. En el contexto de la Guerra Grande, las potencias de Inglaterra y Francia intentaron imponer la libre navegación de los ríos argentinos para favorecer sus intereses comerciales.
La Confederación Argentina, liderada por Juan Manuel de Rosas, se opuso firmemente. Bajo la dirección del general Lucio Norberto Mansilla, las fuerzas argentinas levantaron defensas ingeniosas, como cadenas atravesadas en el río y fortificaciones en las costas, para enfrentar a una poderosa flota anglo-francesa.
Aunque la flota invasora, compuesta por 22 barcos de guerra y 418 cañones, superó las defensas argentinas, la resistencia tuvo un impacto decisivo en las negociaciones diplomáticas posteriores, consolidando el reconocimiento de la soberanía argentina sobre los ríos interiores.
El papel de Juan Manuel de Rosas
Como líder de la Confederación, Rosas implementó políticas clave para proteger la soberanía nacional. Nombró a Mansilla para liderar la defensa y adoptó una postura firme frente a las demandas extranjeras.
El impacto de su liderazgo fue reconocido incluso por el general José de San Martín, quien elogió su firmeza en defensa del honor nacional en su testamento. Este episodio se convirtió en un símbolo de unidad y resistencia nacional.
La batalla: un símbolo de soberanía
A pesar de la superioridad tecnológica y numérica de las fuerzas invasoras, la batalla de la Vuelta de Obligado dejó un saldo significativo para los atacantes: 40 muertos y 150 heridos, lo que debilitó su posición política. Por su parte, la Confederación Argentina, que sufrió más de 400 bajas, logró reafirmar su posición en los años siguientes.
Este evento fue reconocido oficialmente en 1974, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, como un hito nacional. En 2010, la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner estableció el 20 de noviembre como feriado nacional, consolidando la memoria de esta gesta.
¿Por qué se trasladó el feriado en 2024?
Este año, el feriado correspondiente al Día de la Soberanía Nacional se celebró el lunes 18 de noviembre en lugar del miércoles 20, en cumplimiento de la Ley 27.399, que permite trasladar los feriados para fomentar fines de semana largos.
Esta medida busca impulsar el turismo interno y reactivar sectores económicos como la hotelería, el transporte y la gastronomía, ofreciendo a los argentinos la oportunidad de disfrutar de un descanso prolongado.
Un legado para el presente
El Día de la Soberanía Nacional no solo recuerda la valentía de quienes defendieron al país en 1845, sino que también refuerza la importancia de proteger la autonomía e independencia nacional en un mundo globalizado.
