Los primeros días fuera del vientre de la madre son muy complicados para los bebés, pues al no recibir las drogas, sienten malestares iguales que los que sufren los adictos a las drogas cuando dejan de consumir sus dosis, además de que no reciben el calor de la madre, algo que es fundamental para los recién nacidos.
Para remediar esto, en Estados Unidos han publicado una “vacante” para solicitar voluntarios que abracen a los bebés para que puedan sobrellevar mejor los efectos de dejar las drogas.
Muchos bebés pasan semanas o meses en el hospital mientras se van desintoxicando, por lo que a veces no están con sus padres o madres. Para ellos, un abrazo puede ayudarles a sentirse mejor.
Los bebés sufren lo que se conoce como síndrome de abstinencia neonatal (SAN) que se produce porque sus madres tomaban analgésicos y drogas como la heroína o metadona durante el embarazo.
Para tratar el síndrome, se requieren de medicamentos y observación en el hospital; sin embargo, recibir abrazos ayuda a reducir el tiempo de estadía y las dosis de los fármacos.
Se buscan voluntarios “abrazadores”
El reclutamiento de los “abrazadores” es una práctica muy común en Estados Unidos y ha sido utilizada desde 1980, con el objetivo de tranquilizar y ofrecer calor humano a bebés prematuros y a los nacidos de madres adictas al crack, situación que ha aumentado en los últimos años.
¿Cómo ser abrazador?
No es tan sencillo, porque los bebés son muy frágiles y hay que aprender cómo alzarlos correctamente. Para poder ser voluntario, hay que registrarse en los hospital y una vez que se es aceptado, acudir a un curso de capacitación. Una vez que acreditan la capacitación, hacen turnos de tres horas supervisadas.