Aprender a conocer a tu gato y su carácter será imprescindible para poder tener una convivencia amable. Si bien, la mayor parte del tiempo, los felinos se encuentran durmiendo, cuando están en vigilia, su lenguaje corporal demuestran si realmente están dispuestos a recibir caricias o si no es el momento adecuado.
Es habitual que los humanos, por lo general, deseen querer acariciar a su gato en cualquier momento en el que tengan ganas, pero, al igual que las personas, algunos son más ariscos que otros o, simplemente, no están habituados a las caricias y prefieren recibirlas en otro momento, porque no están de humor
La experta en comportamiento animal, Laia Salvador explicó: “Si queremos a nuestro gato, debemos comprender sus pautas de comportamiento”, y remarcó que éstas implican “sus códigos de comunicación”. Además, la especialista destacó que “los gatos tienen otras maneras de expresar cariño y afinidad”, por lo cual es necesario aprender a conocer su carácter general, publica La100Radios.com.
“El mayor contacto físico que tienen es rozarse, lamerse y amasarse, y no tiene nada que ver con nuestras muestras de cariño”, explicó Salvador acerca de las demostraciones de afecto que tiene un gato. En este sentido, la experta señaló que los humanos y los felinos difieren en su manera de expresar ese cariño: “El problema no es de afecto, es de comunicación”, sentenció
“Para los humanos, besar, abrazar y achuchar son muestras de cariño, mientras que para los gatos pueden ser consideradas como una agresión”, remarcó Salvador sobre la diferencia entre especies en materia de manifestaciones afectivas. En cuanto al rechazo de las caricias por parte de un gato, la experta fue clara en las múltiples posibles razones: “Porque no le guste la persona que los acaricia, la zona donde lo acaricia, la forma en que lo hace o hasta el tiempo que dura”, precisó; y advirtió: “No a todos los gatos les gusta que los toquen”
En cuanto al momento en el que tu gato estará dispuesto a recibir caricias, es sencillo de identificar, puesto que te lo hará saber acercándose con su cola en alto, dando golpecitos con su cabeza, refregando su cuerpo para hacer contacto físico o poniéndose panza arriba, cerrando los ojos o ronroneando.
