Un sujeto que todavía no fue identificado por la justicia se suicidó luego de pegarse un tiro en la cabeza luego de enfrentarse a balazos con la Policía en su afán por intentar escapar de un control de rutina. Ocurrió en Villa Luzuriaga, un barrio que quedó conmocionado a raíz del sangriento episodio.
Según logró reconstruir el sitio Primer Plano Online con fuentes policiales y judiciales, todo comenzó cuando un móvil del Comando de Patrullas Norte de La Matanza circulaba sobre Ruta 4 (Camino de Cintura), entre La Paz y Arribeños, y los efectivos observaron a dos sujetos y una joven caminar con cierto nerviosismo por la presencia del patrullero.
En esas circunstancias, cuando el trío sospechoso llegó hasta la Parada Segura ubicada en la esquina de Ruta 4 y La Paz, los agentes policiales se acercaron para intentar realizar un control de identidad de rutina y se encontraron con que ninguna de esas tres personas acató la indicación para detenerse.
Uno tenía campera camuflada tipo militar, pantalón oscuro y gorra con visera de color negra. Y todo indica que era el líder de esa especie de banda delictiva. Fue a él a quien se dirigieron los policías y quien se fue corriendo por la calle La Paz. Sus acompañantes, en tanto, corrieron también por esa arteria en dirección a Lynch. De los uniformados, la mujer policía los persiguió a la carrera y el otro en el patrullero.
El enfrentamiento a tiros y el suicidio al estar sin escapatoria
Cuando alcanzó al sujeto de la campera camuflada, la mujer policía le ordenó que detenga su marcha y el sospechoso no sólo no acató, sino que le arrojó los bolsos que tenía en su mano contra la humanidad de la oficial. Con esa acción ganó metros para seguir su huida. Sin embargo, ese incidente fue observado por un agente policial que realizaba trabajos adicionales en una distribuidora de cigarrillos.
Lo que pasó después fue “un tiroteo infernal”, según la descripción hecha por testigos que habitan la zona. Primero, ese policía que se sumó a la persecución apareció tirado en una zanja: no estaba herido, cayó allí para cubrirse de la lluvia de balas.
El hombre de la campera camuflada se plantó frente a tres policías que lo seguían (la mujer, el que manejaba el patrullero y el que hacía adicionales) y corrió mientras gatillaba un arma. Al llegar a la intersección de La Paz y Thames, cuando estaba rodeado por los efectivos y sin escapatoria, tomó la decisión fatal: se llevó la pistola a la cabeza y se disparó en la sien. Murió en el acto.
Al lado de su cuerpo quedó la Browning calibre .9 milímetros con numeración suprimida que portaba. En el trayecto el agresor -que todavía no fue identificado con nombre y apellido- se descartó de tres mochilas y un bolso negro, en el que transportaba armas, dos piedras de cocaína, varias prendas de vestir y DNI de diferentes personas.
Sus acompañantes, en tanto, fueron detenidos en Thames y Ramón Falcón, con un celular en su poder y dinero en efectivo. Las fuentes los identificaron como Evelyn Pereira (28) y Natalio Julián Perisnola (27), quienes quedaron a disposición del fiscal Diego Ruli bajo cargos de atentado y resistencia a la autoridad, portación ilegal de arma de guerra y violación de la Ley 23.737 (estupefacientes). El funcionario dispuso que las pericias queden a cargo de la Policía Federal.
