Un hallazgo realizado durante una excavación para la instalación de una conexión de agua potable en San Fernando, departamento Belén, Catamarca, ha generado gran expectación y debate entre arqueólogos, especialistas y aficionados a teorías alternativas. Entre las urnas funerarias recuperadas, se identificó un cráneo con una forma atípica que desafía las proporciones comunes del cráneo humano actual y ha abierto múltiples interpretaciones sobre su origen y significado.
Un hallazgo que abre interrogantes
La directora de Cultura de la localidad, Clara Ríos, fue la primera autoridad en brindar información oficial sobre el descubrimiento. “Hemos contactado a la gente de Antropología de la provincia y también a la Policía para que ellos puedan llevar a cabo los estudios pertinentes y saber a qué generación pertenece y todos los misterios que esto puede tener”, explicó.
El cráneo presenta una morfología poco convencional que llamó la atención de los expertos. Según el arqueólogo Hugo Puentes, esta particularidad podría explicarse por la práctica ancestral de la deformación craneal intencional, muy extendida en muchas culturas precolombinas de América. “Era una práctica muy común en todo el continente”, indicó Puentes, quien agregó que la modificación podía tener distintos propósitos, como mostrar estatus social o identificar linajes familiares específicos.
¿Restos de un líder o algo más?
Aunque se ha sugerido que el individuo podría pertenecer a una élite o a un linaje distinguido, la identidad y el significado de estos restos aún están por confirmarse. “No podemos inferir eso todavía. Solo estamos viendo una parte y debemos reunir más evidencias para entender el contexto completo”, señaló Puentes.
Sin embargo, la inusual forma del cráneo también despertó interpretaciones fuera del ámbito académico. Algunos sectores sostienen que este tipo de restos podrían estar vinculados a teorías alternativas que sugieren contactos con seres no humanos o civilizaciones avanzadas desaparecidas hace milenios. Aunque hasta el momento no existen pruebas concluyentes que avalen estas hipótesis, la morfología “tipo humanoide” del cráneo ha alimentado foros y grupos dedicados a la investigación no convencional y temas ufológicos.
Preservación y próximos pasos
El terreno donde se realizó el hallazgo fue resguardado para garantizar la preservación del sitio y el correcto estudio de las piezas. Se espera la llegada del equipo técnico de la Dirección Provincial de Arqueología para analizar tanto el cráneo como la cerámica asociada, que podría ayudar a fechar los restos en un periodo comprendido entre los siglos III y XII, posiblemente dentro del marco de las culturas Ciénaga o Aguada.
Consultado sobre la posibilidad de que el hallazgo estuviera relacionado con un sacrificio ritual, Puentes fue cauteloso: “Debemos esperar el informe técnico de los profesionales de la DPA. No sería acertado afirmar eso sin pruebas concluyentes”.