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El País

Jorge Lanata y su salud: Una lucha prolongada y terrible que terminó perdiendo

El periodista de 64 años padeció distintas enfermedades y vivió muchas situaciones críticas al límite de la vida. Su problemas de tabaquismo, diabetes, renales y cardiovasculares fueron una constante en los últimos 20 años.

Jorge Lanata siempre fue un generador de noticias por su destacada labor como periodista, pero también por sus problemas de salud. Como figura pública, las condiciones y enfermedades que debió afrontar, siempre despertaron interés entre el público.

El 14 de junio último, había ingresado al Hospital Italiano para un chequeo y un leve paro cardíaco obligó a su internación en terapia intensiva. Desde entonces batalló por superar el trance en medio de altibajos

Sin embargo, apenas una semana después, debió regresar al Italiano debido a una infección y un nuevo episodio de neumonía acompañado de fiebre. A pesar de las complicaciones, su situación mostró cierta mejoría, y el 24 de septiembre fue nuevamente derivado desde la terapia intensiva del Italiano a la Clínica Santa Catalina. Pero 11 días más tarde, su cuadro de salud volvió a complicarse: presentó un episodio febril y problemas de retención urinaria, lo que motivó su regreso al Hospital Italiano, donde continúa internado (o continuó internado hasta su muerte) ver si se dejan todas las fechas o se vuelan

El episodio de mayor complejidad al que fue sometido antes del proceso final de su vida había sido un trasplante de riñón, en 2015, luego de padecer una insuficiencia renal irreversible que lo había obligado a recibir tratamiento de diálisis. Se trató de un innovador trasplante cruzado, el primero hasta entonces en América Latina, en el que intervinieron cuatro personas, dos receptoras y dos donantes, una de ellas fue su entonces esposa, Sarah Stewart Brown, que aceptó donar uno de sus órganos.

Pero Lanata sufría, además, enfermedades de base como diabetes tipo 2 vinculada con la obesidad y el tabaquismo, una adicción que no pudo abandonar pese a las recomendaciones médicas.

 

Cuatro meses de hospitalización (entró en terapia el 14 de junio)

 

Jorge Lanata enfrentó múltiples problemas de salud, incluyendo insuficiencia renal y diabetes tipo 2, su trasplante de riñón en 2015 fue el primero de tipo cruzado en América Latina, donde participaron cuatro personas, dos donantes y dos receptores. El trabajo fue siempre su cable a tierra

Durante los primeros tres meses de su internación en el Hospital Italiano, el cuadro respiratorio de Lanata pasó por varias fases críticas. Los médicos se enfocaron en controlar la neumonía y estabilizar su estado general, pero el periodista continuó con dificultades respiratorias y requirió el uso de asistencia ventilatoria. Para finales de agosto, se observó una ligera mejoría, lo que permitió que el 11 de septiembre fuera trasladado a la Clínica Santa Catalina, ubicada en el barrio de San Cristóbal, con el objetivo de iniciar su proceso de rehabilitación neurológica.

Infobae informó que los médicos solicitaron al centro de rehabilitación que cumpla con ciertos requisitos específicos para atender su estado de salud. Entre estos se incluyó la presencia de una terapia intensiva, manejo de pacientes traqueotomizados con vía aérea complicada, ventilación mecánica con asistencia nocturna, kinesiología respiratoria disponible las 24 horas para el manejo de secreciones, kinesiología neuromuscular, fonoaudiología y rehabilitación neurocognitiva.

Sin embargo, la aparente mejoría fue breve. Apenas una semana después, el 18 de septiembre, Lanata debió regresar de urgencia al Hospital Italiano por una infección respiratoria y un nuevo cuadro de neumonía acompañado de fiebre. El deterioro repentino de su estado obligó al equipo médico a ingresarlo nuevamente en la Unidad de Terapia Intensiva para mantenerlo bajo observación constante y enfrentar posibles complicaciones. Este nuevo retroceso en su salud fue recibido con preocupación tanto por su familia como por sus seguidores, quienes siguieron de cerca los partes médicos que se iban difundiendo.

Tras varios días de tratamiento intensivo, el cuadro respiratorio de Lanata mostró signos de estabilización. El 24 de septiembre, fue nuevamente trasladado desde la terapia intensiva del Italiano a la Clínica Santa Catalina, donde reanudó su proceso de rehabilitación. En esta nueva etapa, los profesionales de la clínica trabajaron en un plan integral que incluyó kinesiología respiratoria y motora, terapia ocupacional y neuropsicología para tratar los efectos de las complicaciones médicas que venía arrastrando.

A pesar de los avances en su tratamiento, la salud de Jorge Lanata volvió a complicarse a principios de octubre. El 5 de octubre, su esposa, Elba Marcovecchio, difundió un nuevo parte médico en el que se informaba que Lanata había sido nuevamente ingresado en el Hospital Italiano por un cuadro febril y retención urinaria. Aunque su estado hemodinámico se mantenía estable, la situación requería una vez más que fuera ingresado en terapia intensiva, donde ha permanecido desde entonces.

El 7 de octubre, un nuevo parte médico reveló que además del cuadro febril, Lanata presentaba un cuadro infeccioso y un leve deterioro de la función renal. Si bien no ha requerido soporte dialítico hasta el momento, los médicos continúan monitoreando de cerca su estado, que sigue siendo delicado. El periodista se encuentra bajo tratamiento antibiótico para combatir la infección respiratoria que agravó su cuadro, y continúa con asistencia ventilatoria mecánica para facilitar su respiración durante las noches. (este fue el ultimo hasta el 9 de octubre ultima revisión)

 

Los años más difíciles para la salud de Lanata

Antes de la larga internación en el Hospital Italiano, el 1 de abril Lanata había estado internado en la Clínica Favaloro. “Jorge Lanata se está recuperando, tuvo una dificultad respiratoria pero ya está bien, está en Favaloro y en cualquier momento sale, así que le mandamos un beso grande desde acá”, dijo ese día el conductor del programa que lo antecede en la emisora, Eduardo Feinmann. Ambos protagonizan el clásico pase donde se desarrollan algunos de los temas de la agenda del día.

Al día siguiente, en exclusiva para Teleshow fue su esposa, Elba Marcovecchio, quien afirmó: “Me dice que está haciendo los papeles para el alta, que está bien, que ya vuelve a la casa, y si por él fuera, mañana ya volvería a trabajar... es más, no sé cómo no hace radio hoy a la noche”, dando cuenta del amor que sentía el periodista por su profesión.

En octubre del año pasado, había sido ingresado en la misma Fundación Favaloro, en aquella ocasión por neumonía. En esa ocasión fue él mismo quien informó vía telefónica en su programa de radio: “Tengo neumonía, me están pasando por vía antibióticos y me tengo que quedar acá hasta que mejore la situación y me pueda ir a casa”.

Luego, quien había hablado sobre el tema fue la propia Elba, mostrando su optimismo con la recuperación de su esposo: “Él está bien. Tiene una pequeña neumonía muy agarrada a tiempo. Esto empezó el lunes tempranito y siempre, siempre, igual que en todas las personas, todo lo que es agarrado a tiempo tiene mucha mejor evolución. Yo cruzo los dedos, porque siempre hay que cruzar los dedos. Y lo que notamos que está evolucionando bien. Está con antibióticos”, había dicho.

Fue en esos días cuando, con respecto a la recuperación de su marido, desde la mesa del programa de Mariana Fabbiani, donde Elba es panelista, le preguntaron si internamente estaban debatiendo la posibilidad de que Lanata deje el cigarrillo. “Ese es un tema muy personal de él. En eso no hay debate, gana Jorge. Hay que elegir las batallas, esa para mí es una batalla perdida. Está fumando menos que antes, pero toda adicción parte de la persona. Por más que le digas algo, es una batalla perdida”, enfatizó.

 

El hombre que esquivó a la muerte varias veces

En Lanata, la biografía sobre el director de Página/12 y Crítica, que escribió Luis Majul y se publicó en 2012, su médico, Julio Bruetman, jefe de Clínica Médica del Hospital Británico, explicó allí que Jorge padecía insuficiencia renal y apneas severas.

Incluso, Bruetman contó que en 2010 logró salvarlo dos veces de la muerte. La primera fue durante un viaje a México, cuando el periodista se deshidrató y debió iniciar diálisis de urgencia debido a una disfunción renal irreversible. Y la segunda en Bariloche, cuando sufrió pericarditis aguda y luego fue operado en el Hospital Británico.

Además de los problemas con el tabaquismo, Lanata padeció diabetes tipo 2, vinculada con su condición de obesidad. “Fumaba más de dos atados de cigarrillos por día, lo que aumentaba el riesgo de contraer una enfermedad cardiovascular” explica Bruetman en el libro y relata que en 1999 llegó a pesar 150 kilos y estuvo a punto de entrar en un coma diabético.

“Me voy a tener que trasplantar el riñón y también páncreas”, confesó el periodista en una entrevista años atrás. Y agregó con crudeza: “Las alternativas son anotarme en el INCUCAI o traerlo de Bolivia en forma ilegal. Pero no me voy a ir a Santa Cruz de la Sierra a pagar guita por un riñón de manera trucha. Voy hacer la cola en el INCUCAI”, contó el periodista.

En 2014 tenía varias enfermedades que comprometían su salud. Como consecuencia de la adicción al consumo de tabaco y la obesidad desarrolló enfermedad de las arterias coronarias y una diabetes que fue la que finalmente le generó complicaciones en sus riñones y desencadenó una insuficiencia renal.

Cuatro años antes, los médicos le habían explicado que el problema de sus riñones era irreversible. Por lo cual, necesitaba hacerse diálisis, que consiste en eliminar los productos de desecho y líquidos de la sangre, ya que los riñones enfermos no funcionan bien. Para más adelante, le dijeron, existía la posibilidad de someterse a un trasplante de riñón. Finalmente, esa operación se hizo en 2015 y fue un hito en América Latina porque nunca se había realizado una operación similar por intercambio de pares entre donantes y receptores.

Se trató de un trasplante cruzado entre 4 personas, y requirió de una autorización judicial. Nora madre sana de un joven que estaba enfermo aceptó donar uno de sus riñones a Lanata. A la vez, la entonces esposa del periodista, Sarah Stewart Brown, dio su consentimiento para que le extrajeran uno de sus riñones y se lo trasplantaran al hijo de la mujer, de nombre Ignacio.

Si bien antes de ese trasplante se habían hecho intervenciones en que una persona daba su riñón estando viva, en este caso se hizo con el intercambio entre pares donante-receptor. Es decir, el intercambio de los órganos entre dos parejas.

Esa práctica médica había empezado en 1986 en los Estados Unidos. Luego también se sumaron hospitales de España, Canadá, Reino Unido, Australia y Turquía. Se indica cuando un paciente necesita trasplante de riñón y tiene un familiar o pareja que puede donar el órgano, pero no son compatibles. Entonces, se busca otra pareja que también necesita un órgano y no son compatibles entre sí.

Por el tipo de trasplante, se requiere la autorización judicial para garantizar que se realice sólo por una motivación altruista. Lanata y Stewart Brown junto con Nora y su hijo Ignacio se conocieron en una audiencia cuando tuvieron que ir a pedir la autorización.

El juez Francisco de Asís Soto, titular del Juzgado Nacional en lo Civil y Comercial Federal N° 6, decidió autorizar el 12 de febrero de 2015 la intervención bajo responsabilidad del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro en Ciudad de Buenos Aires.

“Se trata entonces de beneficiar a ambos receptores ya que, si bien es cierto que no se configura la relación de parentesco entre dador-receptor sujetos de la intervención, también lo es, que sí existe una relación de esposos y madre e hijo autorizado por la ley, que justifica el intercambio solicitado”, argumentó el juez.

Antes de hacerse el trasplante, Lanata había explicado a sus televidentes su problema de los riñones y contó que se sometía a diálisis. “Es un garrón estar en diálisis”, expresó. “Quiero trasplantarme. No quiero vivir los próximos años de mi vida en diálisis”, agregó. El trasplante se hizo y Lanata se volvió a encontrar con Nora durante la internación. Ella le dijo: “Gracias por salvar la vida de mi hijo. Habría que mostrar los actos de amor para que haya muchos más”.

Cuatro días después del trasplante, Lanata salió al aire en Radio Mitre y se emocionó. No pudo contener las lágrimas: “Estoy feliz escuchándolos. Quiero salir al aire porque no puedo creer lo que pasa”, dijo.

La ex esposa de Lanata contó en 2021 cómo fue que tomó la decisión de darle un riñón a Infobae. “Cuando comenzó diálisis nos hablaron del trasplante y me ofrecí. Al principio él se negó, pero le dije que no iba a hacer nada como una locura sino con información. Entonces, me reuní con el jefe de Nefrología de la Fundación Favaloro y le hice miles de preguntas. Me explicaron paso por paso, si iba a tener secuelas, cómo era la recuperación… me saqué todas las dudas y pude evaluar conociendo el proceso”.

Hay muchos mitos alrededor de los trasplantes, “mucha ignorancia, por eso me parece que está bueno mostrar que se puede estar bien después de donar o de recibir un órgano”, dijo Stewart Brown a Infobae. “Tuve miedo por él, que tenía una salud bastante frágil. Y me daba nervios preservar a mi hija, que al principio parecía que lo estaba llevando bien pero no dejaba de ser una nena de nueve años que iba a tener a su mamá y a su papá en un quirófano”, comentó.

En 2017, el INCUCAI reglamentó el Programa de Donación Cruzada en la Argentina. Al año siguiente, se hizo un segundo trasplante renal cruzado en el país. También se hizo en la Fundación Favaloro. Uno de los pacientes tenía a su esposa donante con la que presentaba incompatibilidad de grupo sanguíneo. El otro paciente tenía a su hermana donante pero era incompatible con él.

Fuente: infobae.com

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