En el complejo y delicado contexto económico que atraviesa el país, Sergio Massa continúa en la odisea de estabilizar los índices nacionales y cumplir con las metas acordadas por el Fondo Monetario Internacional, recientemente reestructuradas gracias a sus conversaciones en Washington, donde planteó la reducción de objetivos por el impacto de la guerra y la peor sequía de la historia en Argentina.
Tras reunirse con la directora y la subdirectora del FMI, Kristalina Georgieva y Gita Gopinath, el Ministro de Economía sigue delineando estrategias para reforzar las reservas del Banco Central para cumplir con las mencionadas metas que, aún aminoradas, siguen representando un desafío.
Del entorno de Sergio Massa trascendió que actualmente se encuentra enfocado en la captación de reservas, y que está analizando con lupa el hecho de aumentarlas en $1.200 millones de dólares, cantidad que captaría a través de la emisión de bonos de deuda en dólares de bajo interés y garantizados por organismos financieros internacionales, como el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina.
Esta medida, que se lanzaría en las próximas semanas, aliviarían de urgencia las cargas económicas del Estado, suscitando una estabilidad que permitiría corregir las falencias actuales de la crematística nacional, cuyo principal mal —inflación— sería impulsado por los formadores de precios incumpliendo los Precios Justos, según denunciaron desde el oficialismo.
Como fue consignado, estos títulos de deuda estarían respaldados en un 60% de su totalidad por bancos internacionales, lo que permitiría aplicar una tasa de interés menor, algo imposible con los bonos soberanos debido a las diversas situaciones en que los pagos no fueron efectuados a sus tenedores, que conllevaron una eventual pérdida de confianza.
Por Facundo Xavier Ferrera Flores, para Nuevo Diario
