Jésica Gopar, esposa del tripulante Fernando Santilli que se encuentra en el submarino desaparecido ARA San Juan, llegó este mediodía por primera vez a la Base Naval de Mar del Plata. "Yo sabía que algo malo había pasado", sostuvo en declaraciones a la prensa.
"No nos quedó santo por rezar. No volvieron y no van a volver más", dijo la mujer entre lágrimas y desesperada por la noticia que acaba de recibir. Aseguró que desde la Armada hablaron de una explosión y les dijeron que "lleven flores al mar".
“Llegué de casualidad a dejar un cartel, vi las caras y dije listo, están todos muertos”, sostuvo la mujer que es mamá de un bebé de un año.
“Acabo de perder a mi esposo y necesito contener a mi hijo”, se disculpó.