
El terremoto de magnitud 7,7 que sacudió este viernes a Myanmar y Tailandia, provocó el colapso de innumerable cantidad de casas y edificios. Los afectados narran el desconcierto y las dificultades de las tareas de rescate, mientras se teme por un alto número de víctimas. "Todos los edificios están completamente destrozados (...) Ha sido el caos", dice a EFE una mujer de 40 años desde Naipyidó, la capital birmana, una de las zonas afectadas por el terremoto.
El temblor se registró a las 12:50 hora local en Myanmar, (1:20 am de Argentina). Medios locales como Mizzima y Myanmar Now registraron al menos una veintena de víctimas, según los primeros informes sobre el terreno.
"Todo el mundo está en las calles. He visto muchos edificios dañados (...) Hay incendios en varios lugares de Mandalay, los daños son tan grandes que los equipos de rescate no dan abasto...", dice por teléfono a la agencia EFE un vecino de Mandalay.
Con información de Clarín