
La primera votación fue negativa y el humo negro que emanó por la chimenea de la Capilla Sixtina anunció que todavía no hay nuevo Papa. Pero, ¿cómo seguirá ahora el cónclave?
Un total de 133 cardenales participan de la votación secreta que definirá al sucesor del papa Francisco. Pietro Parolin, decano de la Orden de los Obispos y uno de los principales candidatos al trono de San Pedro, preside la ceremonia.
La de hoy fue la única ronda de votación del miércoles. Como no hubo acuerdo, los cardenales volverán a reunirse mañana y así lo harán diariamente hasta tener el nombre del nuevo papa. Habrá hasta cuatro votaciones por día: dos por la mañana y dos por la tarde.
La jornada comienza alrededor de las 7.30 (2.30 en Argentina) con una misa concelebrada por los purpurados, seguida a las 9 (4 en Argentina) por el rezo de los laudes. A continuación, se lleva a cabo la primera sesión de votaciones, que incluye dos escrutinios consecutivos.
La primera fumata se liberará entre las 10.30 y las 12 (5.30 y 7 en Argentina); será blanca si se ha alcanzado una elección, o negra si no se ha llegado a un acuerdo.
La segunda sesión de votaciones comienza a las 16 (11 en Argentina) con dos rondas más de votación. Al finalizar, se emite la segunda fumata del día, que está prevista entre las 17.30 y las 19 (12.30 y 14 en Argentina). Si no se elige al nuevo pontífice en esta ocasión, los cardenales regresan a la residencia de Santa Marta después del rezo de las Vísperas, y el proceso continuará al día siguiente.
La Constitución vaticana establece que, tras tres días de escrutinios y 12 votaciones, los cardenales harán una pausa de un día en el cónclave. A partir de esa pausa, el proceso alternará ciclos de siete votaciones seguidas de recesos hasta que se elija al nuevo papa.
Si este cónclave se extiende, la pausa se produciría probablemente el próximo domingo 11 de mayo, después de 12 votaciones infructuosas, incluyendo la de la tarde del miércoles y las cuatro de jueves, viernes y sábado.
Con información de La Gaceta