El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 79 años, sufrió un episodio de vértigo y fue diagnosticado con laberintitis, motivo por el cual debió cancelar su agenda oficial y guardar reposo, según informó el Hospital Sírio-Libanês a través de un comunicado.
El cuadro se presentó en las últimas horas y generó preocupación en el entorno del mandatario. La laberintitis es una afección causada por la inflamación del laberinto, una estructura del oído interno que regula el equilibrio y la audición. Entre sus síntomas más comunes se encuentran el vértigo, las náuseas, los vómitos y la pérdida parcial de la audición.
De acuerdo con el boletín médico emitido por el equipo del Hospital Sírio-Libanês, Lula fue sometido a estudios de imagen y análisis de sangre, los cuales no revelaron alteraciones graves. “Todos los exámenes resultaron normales”, señalaron los profesionales de salud que lo atienden.
Por recomendación médica, el presidente deberá guardar reposo hasta su completa recuperación. En consecuencia, se suspendió toda su agenda oficial prevista para esta semana, incluidos compromisos públicos y reuniones programadas en el Palacio de Planalto.
La laberintitis puede tener causas variadas: desde infecciones virales o bacterianas, hasta alergias, reacciones adversas a medicamentos, o incluso cuadros de estrés, algo frecuente en figuras con alta carga de responsabilidades.
Lula da Silva, quien cumple su tercer mandato como jefe de Estado, se ha mostrado activo en los últimos meses, con una intensa agenda nacional e internacional. Su equipo de comunicación no especificó cuándo podría retomar sus actividades, pero aseguró que el mandatario se encuentra en buen estado general y permanece en su residencia oficial, en contacto con sus colaboradores más cercanos.
