(Por Fernanda Kobelinski-Infobae).- El fantasma de la guerra de Yom Kipur se instaló en Israel desde la madrugada de este sábado. Hace 50 años, en un ataque sorpresa en el día más sagrado para el judaísmo (el Día del Perdón) una alianza árabe liderada por Egipto y Siria atacó y los israelíes tuvieron que cuidar las puertas de sus casas.
Hoy, 50 años más tarde en otro operativo sorpresa, el grupo terrorista Hamás sacudió a Israel en plena celebración del Shabat. Las imágenes de soldados asesinados, civiles secuestrados y camiones del Ejército israelí capturados como trofeo de guerra conmocionaron a la sociedad israelí.
Ni la inteligencia gubernamental ni sus socios lo advirtieron ni pudieron predecirlo. Pasaron horas hasta que el premier Benjamín Netanyahu salió a hablarle a su pueblo y la situación no está controlada aún.
Decenas de terroristas cruzaron la frontera y eso no es posible controlarlo con bombardeos aéreos. La calma tomará días y nadie se aventura a decir cuánto demorará. Esa incertidumbre también es una novedad en décadas.
Usualmente, ante cada escalada de misiles lanzados desde Gaza, las Fuerzas de Defensa
de Israel controlaban en horas o días la situación. Esta vez es distinto, hay docenas de terroristas infiltrados en territorio israelí, metidos en casas israelíes.
Los socios árabes tampoco advirtieron lo que sucedía y en los últimos días el clima era absolutamente distinto. La posibilidad de un megaacuerdo con Arabia Saudita que se pensaba iba a sumarse a los Acuerdos de Abraham, los pactos de normalización con Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos, eran una esperanza que repetían de viva voz.
En Rabat, tanto desde el Ministerio de Relaciones Exteriores como un influyente asesor del rey Mohammed VI, André Azoulay, aseguraron el viernes en una gira organizada por Fuente Latina que la posibilidad de paz entre israelíes y palestinos estaba cada vez más cerca. Hablaban de “hoja
de ruta seria”, de “pasos firmes”, de “oportunidad histórica”, de “momentum”.
Y la operación de Hamás le explotó en la cara a Israel, pero también a ellos. Lior Haiat, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, aseguró a Infobae que lo que inició este sábado es una reacción clara al proceso de paz que comenzó con las normalizaciones de 2020 en los acuerdos de Abraham.
“Aquí hay un proceso de paz en Medio Oriente, y mientras los líderes de países árabes quieren la
paz, hay un grupo terrorista inspirado y financiado por Irán que quiere dañar cualquier posibilidad de paz. Hamás busca la violencia, terrorismo y miseria”.