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El Mundo #Bangladesh

Un preso ahorcó a 26 compañeros de prisión a cambio de reducir su condena y fue liberado

Por cada detenido ejecutado fue beneficiado con dos meses de conmutación de su pena.

Un verdugo que ahorcó a 26 compañeros de prisión a cambio de reducciones de condena fue liberado este domingo en Bangladesh, informaron fuentes oficiales.

 

Shahjahan Bhuiyan, que ingresó en prisión hace 32 años por asesinato, fue beneficiado con dos meses de conmutación de pena por cada ejecución. Tiene actualmente 74 años.

 

De esa manera, logró una rebaja de cuatro años y cuatro meses de su condena original de 42 años de cárcel por asesinato fijada en 1991. Su buen comportamiento y otros aspectos redujeron en total casi una década la sentencia, según BDnews24.

 

Quién es el verdugo de una cárcel de Bangladesh al que le conmutaron su condenaBhuiyan se convirtió en verdugo de la prisión central de Daca en 2001, después informar a los funcionarios del penal que tenía habilidades con la soga.

 

Entre las personas que ejecutó figuran oficiales militares declarados culpables de planear un golpe de Estado en 1975 y de asesinar a Sheikh Mujibur Rahman, líder fundador del país y padre de la actual primera ministra, Sheikh Hasina.

 

“Su pena de cárcel se redujo por los ahorcamientos que llevó a cabo”, declaró a AFP Tania Zaman, subjefa de la cárcel. Las ejecuciones ascendieron a 26 mientras estuvo encarcelado.

 

El verdugo también ahorcó al líder islamista Ali Ahsan Mujahid y al opositor Salahuddin Quader Chowdhury, después de que fueran acusados de crímenes de guerra.

 

En la lista figura también Siddique Islam, conocido como Bangla Bhai, un líder islamista de la proscripta organización Jamayetul Mujahideen Bangladesh, que dirigió una campaña de atentados en todo el país en 2005.

 

“Si no los colgaba yo, lo haría otro”Shahjahan Bhuiyan argumentó su accionar con una frase: “Si no los colgaba yo, lo haría otro. Aunque sienta simpatía por él, como convicto, debo hacerlo. Yo no ordené los ahorcamientos. El Estado me ordenó que lo hiciera”, aseguró.

 

Bangladés es uno de los pocos países que aún ejecutan las penas de muerte en la horca.

 

Como Bhuiyan, todos los verdugos son presos que llevan mucho tiempo en la cárcel y fueron seleccionados y formados para la tarea.

 

Cuando tenía 40 años en 1991, Shahjahan fue condenado a 42 años de prisión por asesinato, pero finalmente la pena fue conmutada por 10 años y cinco meses por diferentes motivos.

 

Sin ningún lugar a donde ir tras su liberación, Shahjahan, nativo de la aldea de Ichhakhali en Narsingdi, se dirigió a la casa de un antiguo recluso que conoció en el penal.

 

“Es una muy buena persona. Voy con él y me quedaré allí por algún tiempo. Tengo una hermana, pero nunca la he visto. Hablamos por teléfono. Ella nunca vino a visitarme. No tengo hogar”, contó.

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