Caitlin Jensen es una mujer de 28 años que recientemente logró graduarse de la universidad. En junio, la joven decidió ir a un quiropráctico en Georgia, Estados Unidos, para tratar un dolor de cuello, aunque jamas esperó que esta decisión finalizara en un paro cardíaco, derrame cerebral y parálisis.
Tras ser atendida por el profesional, Caitlin enfermó gravemente y debió ser trasladada de urgencia al Centro Médico de la Universidad de Salud Memorial en Savannah. El daño que sufrió le provocó que pierda el pulso durante unos instantes, aunque logró sobrevivir.
Sin embargo, al despertar, la joven se percató que sólo podía mover sus ojos y los dedos de sus pies. Fue así como se dieron cuenta que había quedado paralizada. Los médicos debieron informarle a la madre de Jensen que su hija sufrió estos daños como resultado directo de la manipulación del cuello, lo cual coincidía con su reciente visita con el quiropráctico.
Steve Ranicki, un quiropráctico con antigüedad en el rubro, explicó que es totalmente normal que el paciente termine con dolor de cabeza y cuello luego de ser atendido. Sin embargo quedó anonadado al enterarse del caso de esta joven, en todo momento resaltó que este resultado es algo extremadamente raro.
En tanto al estado de salud de Caitlin, se informo que se encuentra consciente y es capaz de responder a las órdenes verbales a través de parpadeos y moviendo los dedos del pie izquierdo. A pesar de estas respuestas, el resto del cuerpo de la joven se encuentra en un estado de parálisis debido a la lesión que le provocaron en el cuello.
Para poder financiar los costos del tratamiento que necesita la joven, sus padres publicaron su caso en “GoFundMe”, una plataforma web en donde las personas cuentan sus historias y buscan donaciones para cubrir determinados gastos.
Por el momento, la familia logró recaudar 46 mil dólares y su meta es alcanzar la cifra total de 100 mil dólares. La madre de la joven publicó varios comentarios respecto al proceso de su hija e informó que ésta ya puede asentir levemente con la cabeza, mover los ojos y sonreír un poco.
Con información de La 100
