Huracán y Platense, dos de los equipos sensación del Torneo Apertura 2025 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), volverán a cruzarse este domingo a las 17 en el Estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero, en una final histórica.
Sin embargo, no será la primera vez que el Globo y el Calamar definan un título: ya lo hicieron en 1943 por la Copa Adrián Escobar, en una final que terminó sin goles... ¡y se definió por la cantidad de córners!
Copa Adrián Escobar: una joya insólita del fútbol argentino
La Copa Adrián Escobar, organizada por la AFA y considerada oficial, se jugaba a fin de año con los siete mejores equipos de la temporada. El campeón del torneo se clasificaba directamente a semifinales, mientras que los otros seis se cruzaban en partidos eliminatorios. Pero lo más insólito era su reglamento: los encuentros duraban 40 minutos (dos tiempos de 20), y en caso de empate, se jugaba un alargue de 20 más.
Si persistía la igualdad, no había penales, sino que se definía por quién había sacado más tiros de esquina. Y si también empataban en córners, todo se resolvía ¡con un sorteo a la moneda!
Huracán vs. Platense: la final más rara de todas
El 11 de diciembre de 1943, Huracán y Platense se enfrentaron en la final en el viejo Gasómetro. Ninguno logró romper el cero en el tiempo regular ni en el alargue, pero el Globo se impuso por 4-1 en el conteo de córners y así se consagró campeón.
Antes de eso, Huracán había llegado a la final tras empatar con Independiente y ganarle por sorteo, mientras que Platense había eliminado a Boca en otra igualdad sin goles, pero con ventaja de córners (7 a 3). Ese título fue el segundo consecutivo del Globo en esta particular competencia, que con el paso del tiempo quedó en el recuerdo por su extravagante formato.
Este domingo, más de ocho décadas después, Huracán y Platense volverán a verse las caras con un título en juego. Esta vez, sin necesidad de contar córners ni lanzar monedas. Aunque, si algo enseña la historia del fútbol argentino, es que siempre puede haber lugar para lo inesperado.