Alemania acabó con el sueño en el Mundial de Letonia. Será el rival que se cruzará con EEUU en una de las semifinales del torneo. Y, de paso, se aseguró el billete para los Juegos Olímpicos de París 2024. Pero la selección báltica cayó con todos los honores, peleando hasta el último segundo, y apurando su suerte con un triple de Bertans, que el aro lo rechazó y que podía haber cambiado la historia.
Ese triple habría hecho justicia a Bertans que jugó un encuentro enorme (20 puntos) y también a Zagars (24 puntos, 8 asistencias), los líderes de una Letonia que discutió hasta el último segundo su suerte a un equipo con más recursos, pero sin tanta alma y que transmite mucho menos en la cancha.
Si alguna selección llegaba a estos cuartos aún en mejor dinámica que Alemania, esa era Letonia. Dos equipos seguros de sus fuerzas, mentalmente fuertes, que se enzarzaron en una batalla espectacular desde el inicio. El intercambio de golpes benefició, de inicio, al cuadro báltico, con un inspiradísimo Bertans, un intenso Roland Smits y un activo Zagars, que si continúa en esta progresión, esta para dar el salto al estrellato europeo.
Pero Letonia cuenta con recursos limitados en el banco. Otra cosa hubiera sido con el fenómenos Kristaps Porzingis en pista en lugar de en la grada. Todo lo contrario que Alemania, que empezó con el motor a ralentí y entró en el partido con la segunda unidad: con Maodo Lo, con Thiemann o los hermanos Wagner, relevos de un desafortunado Schröder, obsesionado con resolver una y otra vez de forma individual y que estuvo negado en el triple (0 de 8).
Con el control del rebote y un ritmo más pausado, Alemania consiguió desconectar en gran parte el ritmo eléctrico de su rival y. Tan solo escapó a pizarra del cuadro alemán, la inspiración de Bertans, infalible desde el triple, y la del exverdinegro Zagars. Entre los dos sostuvieron a la selección letona, cuando la dinámica había cambiado y todo hacía intuir que el encuentro podía romperse en cualquier momento para el cuadro germano.
El desgaste físico empezó a pesar en la selección báltica, que ha estirado la épica más allá de toda lógica, para dejar en el camino a rivales poderosos como Francia y España. Con su quinteto más físico, sin Schröder en cancha y con los dos hermanos Wagner al mando Alemania pisó el acelerador a fondo en el último cuarto para romper el marcador (74-60, m. 34). Pero Letonia mostró su capacidad de resiliencia y volvió a la pelea con tres triples consecutivos, uno de Zagars y dos de Smits, para dejar claro que no asumían la rendición y para llevar el encuentro a un cara y cruz que Bertans pudo inclinar hacia Letonia, pero que acabó por sonreír a Alemania.
