En un acto sin precedentes, la selección brasileña de fútbol decidió llevar a cabo una poderosa protesta contra el racismo durante su amistoso contra Guinea al utilizar una camiseta negra, en respuesta a los continuos ataques sufridos por el delantero Vinicius Jr. en España.
Este gesto significativo marcó un hito en los 109 años de historia del equipo pentacampeón mundial. Durante la primera mitad del partido, los jugadores lucieron una camiseta completamente negra, mientras que en la segunda parte volvieron a la tradicional camisa amarilla, pero con un parche en apoyo a la lucha contra el racismo, según informó la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
El estadio Cornellà-El Prat, sede del club Espanyol, fue el escenario de este encuentro cargado de simbolismo. Se colocaron adhesivos en blanco y negro, siguiendo el protocolo de lucha contra el racismo, y se realizó un minuto de silencio antes del inicio del partido, durante el cual los jugadores de ambos equipos se sentaron o se arrodillaron en el campo en señal de solidaridad.
En las tribunas, los aficionados portaban carteles con mensajes contundentes como "Basta de racismo" y "Te amamos, Vini Jr". El propio delantero del Real Madrid estuvo presente en el estadio y lució la camiseta número 10 del equipo.
En cuanto al desarrollo del juego, Brasil, bajo la dirección de Ramón Menezes Hubner, se impuso de manera contundente por 4-1 sobre Guinea, con goles de Joelinton, Rodrygo, Militao y Vinicius desde el punto penal.
Con esta histórica protesta, la selección brasileña envió un mensaje fuerte y claro en contra del racismo, mostrando su compromiso en la lucha por la igualdad y la erradicación de esta problemática que afecta al deporte y a la sociedad en general.
