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Deportes #Consternación

La última frase que alcanzó a decir el ex jugador de los Pumas asesinado en Francia

A los pocos minutos llegaron los servicios de emergencia, pero ya nada se podía hacer por salvarlo.

Nuevos elementos obtenidos por la justicia comienzan a aclarar el dramático episodio que concluyó en la madrugada del sábado con la muerte de Federico Martín Aramburú, asesinado en París por violentos militantes de extrema derecha. Según fuentes de la instrucción, una agresión de carácter racista habría desencadenado el drama, por el que en las últimas horas se detuvo a Loik Le Priol, un exmilitar de 27 años y miembro del Groupe Union Défense (GUD), un violento grupúsculo de extrema derecha, en un control fronterizo en Hungría, cuando se dirigía hacia Ucrania para incorporarse a las brigadas internacionales que luchan contra la invasión rusa en ese país.

 

Gracias a las cámaras de videovigilancia y a numerosos testimonios recogidos por la brigada criminal y el juez de instrucción que se ocupa del caso, se supo que el viernes por la noche, Federico Martín Aramburú y su socio, Shaun Hegarty, cenaron en el restaurante Volver, ubicado en el elegante distrito VI de la capital. Ambos habían llegado a París con un grupo de clientes de su agencia, Esprit Basque -que se ocupa en Biarritz de organizar viajes turísticos especializados- para asistir al encuentro entre Francia e Inglaterra, por el torneo Seis Naciones de rugby.

 

Alrededor de la 1h30, Federico y Shaun dejaron el restaurante en dirección de la llamada “calle de la sed”. Ubicada en el mismo barrio, en esa arteria se encuentran alineados una gran cantidad de pubs y es el punto de encuentro tradicional del mundo del rugby. A eso de las 6 de la mañana, después de tomar unos tragos, siguieron al bar Le Mabillon para comer algo.

 

En el interior, ambos presenciaron un altercado entre un grupo de tres personas sentadas en una mesa, que agredieron verbalmente a un extranjero cuando se acercó a pedirles un cigarrillo. “Comentarios violentos de auténtico carácter racista”, afirma una fuente cercana a la instrucción.

 

Aramburú intervino, protagonizando a su vez otro enfrentamiento entre él y los tres individuos, que le lanzaron una serie de amenazas. Todo se calmó con la intervención del servicio de orden, a pesar de que, durante la disputa, uno de los agresores exhibió un arma.

 

Una vez en el exterior, los dos grupos se trabaron en una ruda pelea a puñetazos. Separados nuevamente, Aramburú y Hagerty partieron rumbo al hotel. Debían encontrarse con sus clientes a las 9 de la mañana, pero antes se detuvieron en el hotel Welcome, que se encuentra de paso: estaban lastimados y querían obtener hielo para desinflamar los hematomas.

 

Pero, al salir, los esperaba una camioneta 4x4 con tres personas en el interior. Lo conducía una mujer: Lison R., que hoy se encuentra detenida y procesada. Se trata de una estudiante de Nutrición de 24 años, compañera sentimental de Loïk Le Priol, principal sospechoso del asesinato, afirmó al juez “haber actuado por amor”.

 

Una primera salva de disparos partió desde el vehículo en dirección de los dos ex rugbiers, sin alcanzarlos. Fue entonces cuando un hombre salió del auto y apuntó contra Aramburú, tirando numerosos balazos dirigidos a las piernas y el bajo vientre, que dieron en el blanco hiriéndolo mortalmente.

 

Federico Marín Aramburú se desplomó, rogándole a su amigo que llamara a la policía: “Llamá a la policía. Me voy a morir…”, le dijo. Cuando los servicios de urgencia llegaron apenas minutos después, no consiguieron reanimarlo.

 

Presa del pánico, Lison R. se alejó de inmediato con el jeep unas cuadras y llamó a Le Priol para saber qué había sucedido, según su abogado Florian Lastalle. Le Priol llegó a pie hasta donde estaba ella y le pidió que lo condujera al Trocadero. “Le Priol le ordenó que lo condujera a la avenida Wilson, a pocos metros de la plaza del Trocadero y le dijo: ‘No nos veremos más, me escapo, destruí la tarjeta Sim de mi celular y mi celular’”, relata el abogado de la joven, para quien su clienta “no está politizada, sino controlada psicológicamente por Le Priol”.

 

Anoche, el ex militar de ultraderecha Loik Le Priol fue detenido en Hungría cuando pretendía llegar a Ucrania para incorporarse a las brigadas internacionales que luchan contra la invasión de Rusia.

 

Actuando con su reconocida celeridad, la brigada criminal de París explotó en apenas tres días decenas de cámaras de vigilancia, escuchó cantidad de testigos, realizó allanamientos tanto en París como en Draguignan -en la Provenza francesa-, donde Le Priol tiene una casa, en un establecimiento oleícola, en la empresa familiar “Jeep Village”, ubicada a 30 km. al sudoeste de París, y detuvo a su compañera, cuyas declaraciones parecen haber sido decisivas para ubicar al violento agresor neofascista de Aramburu.

Los Pumas
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